Los hidalgos de Verona

Declan Donnellan y Nick Ormerod presentan en el Teatro de la Comedia una endeble obra de un primerizo Shakespeare

Foto de Javier Naval

Aceptemos que Declan Donnellan ha tomado, en gran medida, el consejo que Harold Bloom emitió para quien lo deseara: «los directores… harían bien en montar Los hidalgos de Verona como una farsa paródica, cuyos blancos serían los amigos veroneses del título». Muy poco se puede sacar de esta obra primeriza del bardo y, menos, si el planteamiento dramatúrgico está por debajo de quien puede calificarse como uno de los mejores directores europeos de los últimos tiempos. Siempre junto a su fiel acompañante, el escenógrafo Nick Ormerod, quien firma la ¿escenografía?, que consiste en un panel situado en el centro, apenas empleado como pantalla en el último acto, y que funciona como separación espacio-temporal excesivamente simple. Convengamos que, si hubieran sido otros, quienes hubieran realizado este dispositivo se los habría juzgado con severidad. Sigue leyendo

Hamlet

Declan Donnellan desnuda la escena para que el héroe trágico ofrezca comicidad a su locura en una versión del clásico shakespeariano

Foto de Albert Dobrin

Si hace justo un año los espectadores nos subíamos al escenario de la Sala Verde de los Teatros del Canal para seguir los avatares de Edipo. Ahora, con los mismos rumanos del Teatrul Naţional Marin Sorescu de Craiova, vuelven Declan Donnellan y Nick Ormerod, incansables a pesar del tiempo transcurrido, a sumergirnos en la acción, aunque esta vez sentados, en gradas a dos bandas. Disposición fundamental para que la cercanía sea intensa y el tapiz blanco y central se ilumine con potencia para ser pasarela de moda ridiculizante y pedana de esgrima. Además, el movimiento del elenco será extraordinario, pues surge de improviso por detrás de los asientos, avanzándonos ruidos en las disputas, algunos gritos, algún estruendo. No hay un ejército, pero sí se concitan toda una serie de hombres uniformados ─a lo contemporáneo─ que igual valen de consejeros áulicos que de agentes del servicio secreto de su majestad. Sigue leyendo

Edipo rey

Declan Donnellan nos transforma en coro tebano para circundar la tragedia de este malhadado en los Teatros del Canal

Edipo rey - Foto de Albert Dobrin
Foto de Albert Dobrin

Resulta llamativo cómo en la última década, en España, se ha representado la gran tragedia de Sófocles. Podríamos recordar el Proyecto Edipo, de Gabriel Olivares o la versión tan estetizada de Bezerra y de Luque, o graciosa visión de la Companhia do Chapitô o, además, la estática de Sanzol, que contrasta tanto con la que ahora nos compete. Sigue leyendo

La vida es sueño

Los ingleses Declan Donnellan y Nick Ormerod ofrecen una visión desenfadada de este clásico, a través de una modernización que rebaja la hondura filosófica del dramaturgo español

La vida es sueño - Foto de Javier Naval
Foto de Javier Naval

Donnellan y Ormerod llegan con todo su bagaje modernizador de clásicos a emprenderla con nuestro Calderón, y creo que es un manierismo, un estilo repetido, que devalúa las cuitas barrocas. Sus dramaturgistas, en buena lid, corrompen la duda imperante en el autor español para trasladarnos hacia un mundo onírico que, en cierta forma, anhela la evasión ante la zozobra del devenir. Para ello nos sitúan en un contexto que podríamos hallar en los años cuarenta, durante el final de la Segunda Guerra Mundial, a caballo entre Europa y Estados Unidos. Puesto que la comicidad del vodevil se adentra de manera muy sorpresiva e inédita sobre las tablas, para producir un choque que es de lo más meritorio. Y esto lo podemos asumir, porque tenemos integrado en nosotros el drama, nos lo sabemos y, si mantenemos la mente abierta, podemos encontrar derivas por las que colarnos imaginariamente.

La musicalidad, el juego de puertas y de guiños payasescos propios del slapstick (incluido el lanzamiento por la ventana del lacayo) vienen remarcados una y otra vez, como una reiteración surrealista, por el tema «Cuánto le gusta», de Carmen Miranda. Esa atmósfera de diversión se conjuga con la parálisis y la estupefacción del máximo protagonista: Basilio. Sigue leyendo

The Knight of the Burning Pestle

Declan Donnellan y Nick Ormerod presentan este quijotesco metadrama del siglo XVII en el Teatro María Guerrero

Foto de Johan Persson

Resulta, ante todo, curioso que el metateatro sea algo tan antiguo; porque el siglo XX y el XXI están tan cargados de él, que parece de lo más moderno. Maestro de lo «meta» fue Cervantes, que convirtió a sus protagonistas en verdaderos personajes «reales» dentro de la ficción en la segunda parte de El Quijote (1615). También fue el gran novelista español quien parodió las novelas de caballería en su obra maestra. En fechas muy próximas, seguramente alimentado por esta influencia, Francis Beaumont (1584–1616) escribió The Knight of the Burning Pestle, probablemente ayudado por John Fletcher. Lo que se intenta es romper con lo esperado y permitir el pastiche en un drama convencional titulado The London Merchant, repleto de los lógicos amoríos, de las parejas que se debaten entre lo prohibido y lo conveniente. Todo ello estéticamente modernizado, pues es la marca de la casa de los Cheek by Jowl, y no falta, por ejemplo, un roquero componiendo en su habitación. Ante el supuesto engolamiento soberano y el consiguiente aburrimiento para el público no acostumbrado, un tendero y su mujer irrumpen en la función subiendo al escenario para aportar sus propias ideas. La estupefacción del elenco no se hace esperar; aunque su respuesta es tan paradójica como audaz. Sigue leyendo

Pericles, Príncipe de Tiro

Declan Donnellan presenta en el Teatro María Guerrero una de las obras de Shakespeare más intrascendentes

Foto de Patrick Baldwin

Regresan los de Cheek by Jowl (con todos sus nuevos colaboradores) tanto a su cita —casi anual— con España (la temporada anterior estuvieron con el Cuento de invierno); como a un texto que ya trabajaron en 1984. Lo cierto es que el empeño de Declan Donnellan y de Nick Ormerod es loable a la hora de observar desde una perspectiva moderna los clásicos que llevan tanto tiempo acompañándonos; pero el Pericles de Shakespeare (firmado también por George Wilkins) queda muy encerrado en el modelo de la novela griega. Sigue leyendo

Escena – Fin de temporada 2015-16

Un repaso por lo más destacado del mundo teatral en este último curso

Foto de Ros Ribas
Foto de Ros Ribas

Toca hacer recuento después de que haya terminado la temporada para muchos teatros, aunque una cantidad importante de salas continúe en la brega. Y como ha ocurrido en los últimos años, el arte dramático nos ofrece un reflejo y una perspectiva con los que poder analizar a nuestra sociedad. Por un lado, la crisis mantiene la destrucción en el sector con el cierre de espacios tan emblemáticos como Guindalera o proyectos como la Kubik. Por otro lado, se debe hacer una profunda reflexión sobre el momento creativo que vive el teatro en España que, en cierta medida, tiene mucho que ver con su público, tanto con el que asiste asiduamente como con aquel que o ha ido abandonando (por cansancio) o que nunca llegará a formar parte del respetable por falta de persuasión. Ni que decir tiene que este tema es verdaderamente esencial y antes morirá el teatro por falta de espectadores que por carencias económicas. Sigue leyendo

Cuento de invierno

Una propuesta apoteósica de Declan Donnellan sobre la obra de Shakespeare

Foto de Johan Persson
Foto de Johan Persson

Ya es toda una tradición recibir a Declan Donnellan en los teatros madrileños. Sin ir más lejos, la temporada anterior nos regaló Medida por medida que, si bien no fue tan espectacular como en otras ocasiones, mantenía con firmeza su propuesta. Ahora recala en el María Guerrero con uno de los textos shakesperianos pertenecientes a su periodo tardío (1607-1613). Cuento de invierno se compuso en la órbita de La tempestad, una de las obras más complejas y extraordinarias del bardo, y que de alguna manera tiene que ver argumental y alegóricamente con esta que ahora podemos ver. Basada en Pandosto, la novela que Robert Green, publicada en 1588, relata cómo el rey Leontes de Sicilia enloquece de celos debido a las sospechas que alberga sobre su mujer, Hermione (embarazada de Perdita), y la relación de esta con Polixenes, rey de Bohemia. El enredo que se forma a partir de las tentativas de asesinato de Leontes sobre su amigo, el intento de hacer desaparecer a su hija, los fallecimientos sorpresivos de la reina y su hijo Mamilio, las escapatorias, los ocultamientos, los nacimientos y demás cuestiones, parte de ellas un tanto inverosímiles, nos llevan a una segunda parte, muy distinta en tono (bucólico) y acción (jocosa). Han transcurrido dieciséis años, estamos en Bohemia, los futuros herederos se van a encontrar y, al igual que ocurre en las novelas griegas, vamos camino del desenredo: una anagnórisis que se extiende hasta lo fantasmagórico y alucinante. Sigue leyendo

Escena – Fin de temporada 2013-14

Repasamos los mejores espectáculos del curso teatral reseñados en El Pulso

ubu-roi_05Como lleva ocurriendo en los últimos años, comenzamos con varios platos fuertes llegados desde el extranjero. El ciclo «Una mirada al mundo» reúne lo mejor que se puede ver en el mundo hoy en día y que, a pesar de la crisis, tenemos la suerte de disfrutar en el Centro Dramático Nacional (CDN). En esta ocasión, han sobresalido el Ubu Roi dirigido por Declan Donnellan, Seuls de Wadji Mouawad, Julia (reelaborando a Strindberg desde Brasil) y Bienvenido a casa con sesión duplicada desde Uruguay. Además, en el propio Valle-Inclán asistimos a la compleja escenificación de las Comedias Bárbaras valleinclanescas con Montenegro de Ernesto Caballero, aunque se esperaba un poco más. Eso sí, el CDN nos deparó gratísimas sorpresas como El viaje a ninguna parte o El triángulo azul, verdaderamente estremecedora.

El Matadero, pese a un par de meteduras de pata que no recordaremos, nos ha regalado una variedad y calidad que es y debe seguir siendo su seña de identidad. Comenzando por aquel Roberto Zucco que instaló su edificio allá por octubre, continuando con la fantástica interpretación de José Luis García-Pérez en el Diario de un loco o el Pinter que nos depararon Lluís Homar y Josep Maria Pou en Tierra de nadie; más el desembarco de la Joven Compañía de Teatro Clásico y su lopesca La cortesía de España. Finalizando con el regreso, Max que exitoso, de Juan Diego Botto y su obra Un trozo invisible de este mundo. Sigue leyendo