Euforia y desazón

Nueva entrega del universo de Sergio Boris en los Teatros del Canal para introducirnos en un lugar cochambroso

Continuamos el seguimiento a la estética de Sergio Boris después de que pudiéramos contemplar Viejo, solo y puto en 2016 y Artaud en 2019. Ahora con Euforia y desazón se identifican los mismos mimbres y, en este sentido, aceptamos que se busca exprimir unas premisas muy definidas. Si aquí en España La Zaranda, por ejemplo, insiste e insiste en macerar el esperpento, el argentino ─esta vez en simbiosis con actores de acá─ rebusca en esa marginalidad grotesca de los perdedores. Despojar al proyecto de un argumento y trabajar con una situación, con un ambiente que favorezca la exploración de unos seres desasistidos. Sigue leyendo

Re Chicchinella

La directora Emma Dante ofrece esta versión del cuento de Giambatista Basile en los Teatros del Canal

Foto de Masiar Pasqual

Nos presenta Emma Dante (hace años conocimos su Bestias de escena) esta adaptación libre de otro cuento de Giambattista Basile, después de haber visitado Pupo di zucchero y La scortecata (por nuestros lares, Rakel Camacho sondeó «Sol, Luna y Talía», en La donna immobile). De la quinta jornada del Pentamerón (o Cuento de los cuentos) toma la autora La papara (La oca) para discurrir sobre un rey que, en un apuro defecatorio, coge las plumas de un ave que se encuentra a su lado. Él cree que es una gallina muerta; pero lo cierto es que está bien viva. Sigue leyendo

Historia de Amor

La compañía Teatrocinema recupera esta producción para representar su mezcla de película, cómic e interpretación en los Teatros del Canal

No han faltado en los últimos tiempos relaciones fructíferas dentro del teatro con el cine o con la mediación de cámaras y filmaciones (y hasta con el mismo título hace unos meses Historia del amor). Film performances o, como el nombre de la propia compañía chilena, Teatrocinema (este es el término más idóneo frente a las contaminaciones anglo). Todos hemos quedado sorprendidos con artefactos como El silencio, sobre la cinta de Bergman, u Orlando, de Katie Mitchell (por poner solamente dos ejemplos). Si la temporada anterior se recuperaba de este mismo grupo Gemelos, ahora se recurre a este proyecto que data de 2013. Sigue leyendo

Labio de liebre

El colombiano Fabio Rubiano nos presenta a una familia de asesinados visitando a su ejecutor a través de una atmósfera fabulística

Foto de Juan Antonio Monsalve

Fabio Rubiano ya no visitó el año pasado con Historia de una oveja. En este caso, recupera Labio de liebre, que data de 2015. Comprobamos la concomitancia fabulística y cómo aprovecha ese estilo para hacer rebullir el horror. Los efluvios del realismo mágico se vertebran con afán onírico y dispuesto, en ocasiones, a la comicidad: rastros de humor cínico y macabro, mientras suena una cumbia. De fondo está la referencia a Salvatore Mancuso, el paramilitar colombiano acusado de cometer hasta 75000 crímenes. Precisamente en 2024 fue devuelto a su país natal después de cumplir quince años de condena en Estados Unidos por narcotráfico. Sigue leyendo

Sansón de las islas

Luciano Castro se encarna en un célebre luchador de pressing catch para recrear un espectáculo con el trasfondo de la guerra de las Malvinas

Foto de Carlos Furman

Hace unos meses regresaba a las tablas ¡Esta noche, gran velada!, de Fermín Cabal para retratar esa podredumbre que ha rodeado siempre el boxeo, el que se alimenta de púgiles de barrio que caen en los amaños por su pura necesidad e ignorancia manifiesta.

Nos encontramos con un montaje de mimbres convencionales. Con loables intenciones, a la hora de recordar aquella maratón televisiva ─mayo del 82─ que se organizó para que las estrellas del país animaran a los conciudadanos a donar todo lo que fuera posible para ayudar a las tropas. Por lo visto, aquella recaudación no llegó a sus destinatarios previstos; sin embargo, aquí el caso se centra, como icono patético, en un púgil celebérrimo venido a menos. Un juguete pop, un personaje de esos que nos rodean por doquier, alguien emanado de aquel espectáculo tan chusco, a la postre, que era el pressing catch (observemos qué nimia repercusión tuvo en España la reciente muerte de Hulk Hogan, cuando había sido una megaestrella de los noventa). Como se afirma en la función, el «catch ha muerto». Ejercicio circense, solo apto para ingenuos y para aquellos que anhelaban fantasear con lo que hoy es la verdad más violenta, el MMA que tanto triunfa.

Me parece que Gonzalo Demaría, firmante de este texto, se recrea y se demora, en los diálogos, extensos, en las pocas escenas que ocupan este breve proyecto. Siempre es admirable que los autores depuren sus obras y que no regalen explicaciones innecesarias a los espectadores; aunque no tengo claro que el público español (como ha sido en esta ocasión) vaya a empatizar con el conflicto de fondo. Aquella guerra de las Malvinas ─se volvió sobre ella hace un par de años con El salto de Darwin─ nos queda lejos, emparedada por otras conflagraciones de mayores dimensiones, en un mundo ansioso. Es decir, contemplamos a estos individuos sobre el tapiz y no alcanzamos a medir la auténtica dimensión de su desdicha.

Nuestro Sansón, quien ha pasado por la peluquería, que cojea de una pierna porque un autobús lo pasó por encima; pero que conserva un cuerpo musculado enviable a pesar de frisar los cincuenta años, es un exluchador, es el tipo que atiborró el Luna Park, cuando hace una década fue unos de los hombres más insignes de aquella Argentina que Maradona iba a reinar. Luciano Castro encaja a la perfección en el papel y resulta enormemente convincente en sus gestos pugilísticos y en su cariz de hombre tullido. Si escuchamos atentamente a su esposa, Lea, que había cumplido sobre el ring las funciones de Dalila, entenderemos que esos luchadores, como ha ocurrido históricamente en el planeta, procedían de barrios pobres y contaban con poca educación. Nuestro protagonista sabe leer, a diferencia del resto, que han encontrado puestos de brigadistas de la dictadura (terminaría justo después de la batalla). Bien que lo recalca Vanesa Maja con ese tono cómico de mujer echada para adelante, cuando se las tienen que ver con el coronel Garmendia. En este hallamos un rol más escurridizo. De esos seres que ejercen el poder a cada instante, aquí marca el ‘vos’ y el ‘usted’ con distanciamiento y soberbia. Y, en esa idea tan explorada desde el nazismo, aquello de la sensibilidad al arte y la capacidad para el asesinato en el mismo humano. Lo discurríamos sobre ello la temporada anterior en Música para Hitler. En este militar la afición por la ópera es una perdición. Se marcará un paralelo entre Tosca y nuestro drama, con las súplicas de Dalila por su marido. Para apostar firmemente por esta intertextualidad y favorecer el camino hacia la espectacularización, Constanza Díaz Falú y Fernando Ursino cantan pequeños fragmentos de la obra de Puccini. Quizás esa veta podría haberse exprimido más. Igualmente, el homoerotismo de este coronel habría dado, incluso, más juego. Su apadrinado, el joven luchador Jorgito, nos deja a un Gonzalo Gravano repleto de inocencia, quien resulta un antagonista magnífico para provocar el contraste. Sansón deberá vestirse de pirata inglés para aceptar la derrota pactada y así animar a los patriotas, pues el ganador será el gauchito, quien se presentará de azul celeste con las boleadoras en las manos. El vestuario, sobre todo de los contendientes, de Jorge López perfila con gran precisión el simbolismo que se arrastra.

La dirección de Emiliano Dionisi gana en el desenlace. El combate permite alzar el vuelo dramatúrgico, darle una lógica dinamicidad, una búsqueda épica del pundonor, que es, al final, con lo que debemos quedarnos. De todas formas, creo que es una propuesta que se queda coja en su esfera política. El sarcasmo sobre las palabras empleadas en la lengua anglosajona es apenas un rasguño crítico para rememorar aquella insensatez.

Sansón de las islas

Texto: Gonzalo Demaría

Dirección: Emiliano Dionisi

Elenco: Luciano Castro, Manuel Vicente, Vanesa Maja y Gonzalo Gravano

Cantantes: Constanza Díaz Falú y Fernando Ursino

Diseño de iluminación: Lucía Feijoó

Diseño de vestuario: Jorge López

Diseño de escenografía: Cecilia Zuvialde

Música original y dirección musical: Manuel De Olaso

Directora asistente: Julieta Abriola

Coordinación de producción artística: Juliana Ortiz y Constanza Comune Páez

Coordinación de producción técnica: Pedro Colavino

Coordinación de escenarios: Julián Castro, Lucas Pulido

Coordinación de talleres de realización: Guadalupe Borrajo

Coordinación de talleres de vestuario: Camila Ferrín y Laura Parody

Asesor en lucha: Javi Guerrero

Una producción del Teatro San Martín-Complejo Teatral de Buenos Aires

Con la colaboración de Air Europa

Teatros del Canal (Madrid)

Hasta el 12 de octubre de 2025

Calificación: ♦♦♦

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La verdadera historia de Ricardo III

Calixto Bieito desborda con excesos dramatúrgicos la tragedia de Shakespeare, para dejar que brille Joaquín Furriel en los Teatros del Canal

Foto de Carlos Furman

Pronto a nosotros también sufriremos una escoliosis, aunque sea por pura mímesis. La tragedia de William Shakespeare aspira al trono absoluto de obras hiperadaptadas en nuestra escena. Puedo hacer un somero repaso y fijarme en la versión de Miguel del Arco y Antonio Rojano o de Marco Paiva o de Yolanda Pallín o la particular performance de Sara Beer o la extraordinaria expresión de Joan Carreras en Historia de un jabalí o aquella Lady Anne del año pasado. Por no referirme a la antología trágica que dirigió el propio Calixto Bieito hará un par de temporadas (Erresuma / Kingdom / Reino). No quiero ir más lejos, ni más atrás. Sigue leyendo

Escena – Fin de temporada 2024-25

Repaso a los espectáculos más sobresalientes de este curso que acaba de finalizar en la esfera teatral

Foto de Jean Louis Fernandez

Que la tendencia conservadora y buscadora de públicos más talluditos y fieles se va imponiendo en la mayoría de los teatros es ya una obviedad. De alguna manera, esta pulsión arrastra también a creadores que estarían dispuestos a arriesgarse más; sin embargo, ven que el propio ambiente lo ha hecho más complicado. Parece que ciertas líneas se van difuminando como, por ejemplo, esas ínfulas juveniles de otros años donde se nos esputaban consignas sobre su sacrosanta identidad; pero con tono victimista y ñoño. Sigue leyendo

Los empeños de una casa

Aurora Cano organiza una fiesta barroca repleta de boleros con una sugerente escenografía, para esta comedia de sor Juana Inés de la Cruz

En varias ocasiones se ha llevado a escena esta comedia de enredo de sor Juana Inés de la Cruz. La última memorable fue aquella de 2018 que representaron los jóvenes de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Ahora llega la Nacional de México a sobredimensionar esta obra hasta llevarla más allá de las dos horas. Todo un exceso, producto de la inclusión de los boleros más célebres del planeta para que la fiesta barroca se haga contemporánea y se folclorice otro tanto. Realmente, todos los elementos artísticos que se ponen en juego permiten que el espectáculo resulte más llevadero, entretenido y gustoso, pues el texto no es gran cosa. Sigue leyendo

Blaubeeren

Sergio Peris-Mencheta dirige con sobriedad esta obra de teatro-documento sobre la cotidianidad de los nazis en Auschwitz a través de un álbum de fotos

Foto de Javier Tolosa

El contexto actual es, como todos sabemos, la masacre que está aconteciendo delante de nuestros ojos en Palestina. De allí también aparecerán álbumes con el rostro de la «banalización del mal». Es la sempiterna idea, que tanto remite al concepto de teodicea. Si Dios existe, ¿por qué permite este horror? Cuando asistimos a estas obras sobre el nazismo, debemos reconocernos en este 2025 atenazados por, insisto, puestas en escena que nos remiten a la invasión israelí. En los mismos Teatros del Canal hemos asistidos hace muy poco a House, Amos Gitai o a Todos pájaros, de Wajdi Mouawad. Sigue leyendo