Una antología de atrocidades extraídas de las tragedias históricas de William Shakespeare se presenta en las Naves del Español en Matadero. Un espectáculo carente de hilo conductor y arrojado a la pura provocación de la sangre

Diría que es mala suerte que el prestigioso director belga Jan Lauwers presentara su Billy’s Violence precisamente en el Matadero hace unos meses. El espectáculo, que giró por algunas ciudades españolas, era una sanguinolenta demostración de las atrocidades que aparecen en las obras de Shakespeare, centrada principalmente en las víctimas femeninas. Ahora Calixto Bieito presenta su montaje Erresuma / Kingdom / Reino para hacer algo muy parecido en fondo y en forma; y, encima, para que lleguemos a la misma conclusión: la violencia por la violencia como arte de la provocación. Una manera de exprimir aún más la naranja mecánica shakesperiana. Y es que, usar al poeta inglés, es, ante todo, una técnica de marketing; una vez nos alejamos de sus escritos y de su época con tanta promiscuidad.La pregunta es: ¿qué se anhela con una pieza deslavazada que va desde Ricardo II hasta Ricardo III? Si uno pudiera atender al meollo de las intenciones o de las encrucijadas de cada rey, podría argumentar que las causas de los sucesivos asesinatos se encuentran en distintas controversias. Esto sería reducir monumentales tragedias, donde se reúnen todo tipo de conflictos políticos, económicos y sicológicos, a una mera búsqueda de lo grotesco. Puesto que la función se recarga con múltiples gestos obscenos y escatológicos —algo habitual en la escena contemporánea—, como escupir, miccionar, masturbar y hasta regurgitar leche (pensemos en el moloko de la conocida película de Stanley Kubrick) como le ocurre a la patética Juana de Arco que sufre Ainhoa Etxebarria. Uno se ve inmerso en una retahíla de abruptos ahogamientos que no se resuelven siempre de manera convincente delante de nuestros ojos.
Y es que, aunque el elenco está formado por intérpretes solventes, su movimiento por la escena es poco atractivo. No se ha logrado una sintonía corporal mayor, y prima el desperdigamiento en esa enorme caja blanquísima en la que están encerrados y que produce un sonido tan deficiente. Sí que José María Pou hace un Falstaff muy grandilocuente y faltón, repleto de ingenio en las respuestas. Mientras que Lander Otaola, con su Enrique V, despliega con potencia y seguridad toda su insultante inquina como un punk de los setenta. Ya que ese rollo de la banderita, de la «Union Jack» impresa en el vestido de Ylenia Baglietto y su Margarita de Anjou, nos traslada al Londres contracultural. No obstante, podría afirmar que el show no se desborda como cabría esperar, sino que se sostiene con algunas perversiones sádicas que se van repitiendo sin ir más allá.
De hecho, Eneko Sagardoy, en la primera andanada, mantiene la consistencia en su trastornado Ricardo II. Momentos después, Koldo Olabarri infantilizará a su Enrique VI, como si fuera un muchachito pijo de Eton, a la vez que Lucía Astigarraga, con igual vestimenta, interpretando a Lady Anne, se dedica a los selfis procaces, antes de ser seducida por Ricardo III. Miren Gaztañaga acoge este último rey con incoherente fortaleza en un tullido para recrearse con el célebre y tópico verso: «mi reino por un caballo». Con ello se pretende apuntalar un endeble hijo conductor sobre la guerra de las Dos Rosas.
Para entonces, la concepción de Bieito se ha quedado en masacre sin historia. Una sucesión de brutalidades sin comedimiento para un mundo anestesiado por la crueldad que tenemos que contemplar habitualmente. Nada nuevo bajo el sol de York. Por eso, puede que el público —así lo manifiesta al final— se termine por fijar más en el partido de fútbol entre Inglaterra y Alemania, aquella final de 1966 en Wembley con gol fantasma incluido, que se proyecta en el fondo.
Tragedias históricas de William Shakespeare
Basada en los dramas históricos de Ricardo II, Enrique IV, Enrique V, Enrique VI y Ricardo III
Versión, dirección y espacio escénico: Calixto Bieito
Con: Joseba Apaolaza, Lucía Astigarraga, Ylenia Baglietto, Ainhoa Etxebarria, Miren Gaztañaga, Iñaki Maruri, Koldo Olabarri, Lander Otaola, José María Pou, Eneko Sagardoy y Mitxel Santamarina
Diseño de vestuario: Ingo Krügler
Diseño de iluminación: Michael Bauer
Ayudantes de dirección: María Goiricelaya y Ane Pikaza
Ayudante de vestuario: Paula Klein
Una producción de Teatro Arriaga de Bilbao en coproducción con Teatro Español de Madrid, Teatro Principal de Vitoria-Gasteiz, Teatro Victoria Eugenia de Donostia y Muxikebarri de Getxo
Naves del Español en Matadero (Madrid)
Hasta el 10 de abril
Calificación: ♦
Texto publicado originalmente en La Lectura de El Mundo
Un comentario en “Erresuma / Kingdom /Reino”