María Hervás encarna al personaje lorquiano con un actuación cargada de energía e insolencia en el Teatro María Guerrero

Toda puesta en escena de un Lorca es motivo de controversia, y parte de ella es que resulta imposible observar lo representado sin quitarse de la cabeza el palimpsesto. Demasiados prejuicios sobre lo que debe ser y de cómo traer al presente algo que nos queda muy lejos; aunque, no tanto, si derivamos el tema de la maternidad a conflictos actuales que redundan en dolores viscerales de calado similar. Hace bien poco se pudo ver la versión protagonizada por Karina Garantivá y dirección de Ernesto Caballero. Ahora volvemos a la carga con la obra de Federico García Lorca que más vigencia tiene, desde mi punto de vista. La maternidad no es, desde luego, un tema tangencial en nuestra sociedad a pesar de que hoy nacen menos niños que nunca. Sigue leyendo