El actor italiano Toni Servillo presenta estos ejercicios de interpretación en un teatro parisino antes de la ocupación nazi
Parece que el atractivo que produce Toni Servillo en los espectadores españoles permanece álgido. Así ha ocurrido esta vez, al igual que en las anteriores, cuando presentó en 2009 la Trilogia della villeggiatura, de Goldoni, o, en 2014, Le voci di dentro, de Eduardo di Filippo. Uno percibe que está situado frente a uno de esos actores inconmensurables que llenan la escena con su sola presencia. Lo que tenemos garantizado, por lo tanto, es una interpretación sublime. En esta ocasión, el italiano se encarna en Louis Jouvet (1887-1951), el director de teatro y actor francés, durante sus clases en 1940, poco antes de que los nazis ocupen Francia. Ensaya denodadamente una de las escenas finales del Don Juan, de Molière; el momento en el que Elvira acude a perdonarlo y a rogar por él, pues sabe que va destinado al abismo. Sigue leyendo