Repaso a los espectáculos más sobresalientes de este curso que acaba de finalizar en la esfera teatral
Foto de Jean Louis Fernandez
Que la tendencia conservadora y buscadora de públicos más talluditos y fieles se va imponiendo en la mayoría de los teatros es ya una obviedad. De alguna manera, esta pulsión arrastra también a creadores que estarían dispuestos a arriesgarse más; sin embargo, ven que el propio ambiente lo ha hecho más complicado. Parece que ciertas líneas se van difuminando como, por ejemplo, esas ínfulas juveniles de otros años donde se nos esputaban consignas sobre su sacrosanta identidad; pero con tono victimista y ñoño. Sigue leyendo →
Fernando Delgado-Hierro y Pablo Chaves vuelven a demostrar su talento con una autoficción futurista en el Teatro María Guerrero
Foto de Bárbara Sánchez Palomero
Contemplemos este montaje en paralelo a La Patética, en el Teatro Valle-Inclán, ambos hablan de la muerte, y lo hacen a través de la comedia. En Las apariciones confirmamos el talento de los pergeñadores de Los Remedios. En cierta media, podemos aceptar que estamos ante una continuación. Como si hubiera llegado el fantasma del futuro dickensiano, nos proyectaremos al devenir de estos dos intérpretes. Y, sí, estamos ante un giro en el abusivo género de las autoficciones (encontraremos un evidente parecido con la performance De Nao Albet y Marcel Borràs). Y, sí, voy a defender lo acontecido. Sigue leyendo →
Entre el general estado del teatro más seguidista y políticamente pacato, esta temporada nos hemos encontrado con una buena colección de propuestas destinadas a perdurar
Foto de Luca del Pia
Una temporada más que se cumple por estos lares, decimoprimera ocasión en Kritilo, fuera ya de La Lectura de El Mundo, que hizo aguas tal y como la conocimos (época satisfactoria, por supuesto). Convendré, para resumir, que entre la abundancia de funciones, continúa la misma línea de pertinaz decadencia. Mucho entretenimiento, mucha distracción, muy poco atrevimiento a la hora de salirse de los cauces morales y políticos de lo establecido por el público «objetivo». Los espectadores aplauden a rabiar o desisten, y ya no acuden (aburrimiento o desprecio de las soflamas de turno). No parecen darse las medias tintas. Sigue leyendo →
La compañía ex_límite continúa su andadura teatral con otra propuesta enormemente sugestiva sobre los límites de la realidad a través del arte
Foto de Carla Maró
La gente que está metida aquí viene demostrando su desparpajo y su humor, su desvarío y su pujanza juvenil, en los últimos tiempos. La compañía ex_límite, que tiene su guarida en la sala del mismo nombre en Usera, ha ido entregando proyectos de cierta dimensión como Cluster. Ahora se lanzan con Ficciones, y rápidamente debemos pensar en Borges, el cual también aparece en escena. Dentro del susodicho libro de relatos debemos extraer Tlön, Uqbar, Orbis Tertius, toda una exacerbación del idealismo frente al materialismo, donde la cabalgata de personajes reales e inventados es tan imparable como nuestra función. «Los espejos y la cópula son abominables porque multiplican el número de los hombres», afirma en su cuento el escritor argentino. Sigue leyendo →
El texto amargo y complejo de Benet i Jornet salta al escenario del Matadero con la dirección de Pilar Valenciano
Foto de Vanessa Rabade
Podríamos partir de que algunas personas que se guardan un dolor que después se ha devenido en un trauma deciden acudir a un sicólogo (o a un sicoanalista, si es que quieren rascar en el invento del inconsciente y recordar de más). Otros, como en este caso, se cuelan en la clandestinidad de un burdel. Hallamos un indicio de ello en esta obra de Josep M. Benet i Jornet, escrita en 1997. En alguna medida, en un alejamiento del realismo propio de este autor, encontramos la impudicia que Jean Genet exprimió en El balcón (que se iba a llamar España), y que tuvo una versión en el mismo Matadero en el 2010, nos ofrece una serie de similitudes sobre la representatividad dentro de un puticlub. Sigue leyendo →
Balance sobre la temporada teatral 2021-22 que finaliza ahora y que ha estado sometida por las distintas medidas de seguridad derivadas de la pandemia. Sobresale la obra El Golem de Juan Mayorga, dentro de un panorama algo timorato
Foto de Luz Soria
La eterna crisis del teatro se acentúa sin parar y parece que los espectadores están reticentes a la hora de volver a las butacas. Eso dicen distintos observadores de la cuestión. Pero déjenme que lo ponga un poco en duda, pues, verán, a mí me da que esta temporada han faltado unos cuantos grandes montajes de esos que arrastran al personal. Y no estaría mal que siguiéramos reflexionando sobre el divorcio existente entre el público veterano y las nuevas hornadas. A los primeros se los está espantando de algunos templos; puesto que ya tienen bastante experiencia como para tragarse las absurdeces de nivel amateur que, por ejemplo, Sanzol ha incluido en su programación del Centro Dramático Nacional. Blast y Lengua madre son para mí paradigmas de un teatro que no alcanza la calidad suficiente como para estar en cartel más de un mes y en los espacios con mayor aforo. Súmenle decenas de piezas en otras tantas salas (véase La Abadía), que superarían con creces la censura más estricta de alguna distopía woke que ustedes se imaginen. El empeño por agradar a los jóvenes con su supuesto lenguaje moderno es competir por lo bajo con otras formas de ocio. Hay que ser muy ingenuo hoy en día para pensar que desde las consabidas fórmulas pop se pasa luego a lo trascendente. Nuestro mundo puede ofrecer divertimentos aparentemente «rompedores» (¡vaya broma!) para vivir eternamente en la inopia. Sigue leyendo →
El texto desasosegante del dramaturgo argentino Santiago Loza deambula por el humor absurdo para tratar sobre el desamor
Foto de Manuel Fiestas
Demasiados elementos atrayentes se unían en este montaje como para salir decepcionado. Tiempo hacía —quizás desde Furiosa Escandinavia— que la sala Margarita Xirgu del Teatro Español no hospedaba una producción rompedora, anclada, aún, al texto. Digamos, inicialmente, que el espectador sentirá pronto la extrañeza, y saldrá con ella a la calle. Se conjugan el absurdo y el nihilismo, la desazón y la rabia, el humor rayano en la estupidez y el solipsismo. Me gustaría aproximarme al concepto de homo sacer que trabajó el filósofo Giorgo Agamben, y que nos remite en la actualidad, a la no-persona, al forajido, al marginal y, en definitiva, al vagabundo. Afirma el escritor italiano: «una figura límite de la vida, un umbral en el que se está, a la vez, dentro y fuera del ordenamiento jurídico». Sigue leyendo →
La Sala Exlímite se convierte en un acogedor bar, donde discurren las biografías autoficcionadas de ocho magníficos intérpretes
Foto de Luz Soria
Creo que llegados a este momento es necesario hacer una salvedad, pues la autoficción aparece abusivamente en los escenarios de nuestro país en los últimos tiempos. Y es un estilo que se aprovecha, en ocasiones, para el egocentrismo (véase El bramido de Düsseldorf, de Sergio Blanco), para acotar el teatro documento (véase Curva España, de los Chévere), para tratar la muerte (véase Un país sin descubrir de cuyos confines no regresa ningún viajero, de Rigola). Pero si nos aproximamos más a la cuestión generacional que nos compete, entonces encontramos referencias inequívocas como Catástrofe, de Antonio Rojano, Hoy puede ser mi gran noche, de Teatro en Vilo o Hacer el amor, donde aparece la propia Ángela Boix. O, todavía más, la que debemos tener como gran modelo: Los Remedios, que es producción de la Compañía Exlímite y que se podrá ver (deben verla) el próximo mes de marzo en el Teatro María Guerrero. Es significativo de esta obra, que posea un contexto tan claro, el barrio; pero también una época, una ciudad, un país, unas clases sociales. Todas estas cuestiones resultan esenciales para desarrollar un proyecto crítico y limitante, un enjuiciamiento de culpas y de responsabilidades, un acto de ironía e, incluso, sátira de un tiempo sobrevenido para una juventud que debe zafarse de toda una serie de atribuciones y de exigencias. Bien, pues todo esto es lo que falta —y se echa de menos—, en Cluster. Recordemos que la autoficción juega de manera extrema al hiperrealismo, a cierto objetivismo inequívoco, a documentar con insistencia aspectos vitales genuinos, verdaderos, personales, etcétera. Sigue leyendo →
Un repaso por lo más meritorio y sobresaliente de este reducido periodo teatral que nos ha tocado vivir
Foto de Vanessa Rabade
La temporada ha quedado demediada. Esto ya no tiene remedio. Días aciagos para el teatro que dejan su futuro en suspenso. Los sucedáneos virtuales demuestran que la anosmia no es solo un síntoma clarificador de esta pandemia que nos acogota; sino la evidencia de que el drama requiere de olores, de sudores, de tensiones carnales y, fundamentalmente, de ese compromiso indeleble entre los intérpretes y un público que se entrega al pacto mefistofélico. Por lo tanto, solo queda hacer ya el habitual repaso a lo más destacable de la escena teatral madrileña (española por extensión y por recepción. Internacional, a la postre). Sigue leyendo →