1936

La guerra civil española despliega toda su controversia en escena a través de un espectáculo apabullante de teatro-documento

1936 - Foto de Bárbara Sánchez Palomero
Foto de Bárbara Sánchez Palomero

El tercer shock comandado por Andrés Lima, tras el I, de 2019, y el II, de 2021, nos deja una mirada lógicamente sesgada ─como debe proceder el arte─, sin insolencia, ni soberbia, ni panfletismo. Popular, aunque no populista. Situarse del lado los perdedores, implica laminar muchos de los desafueros de estos, que aquí se muestran poco. Paracuellos no acontece, y, por ejemplo, a Largo Caballero no se le escuchan barbaridades antidemocráticas como: «Hay que apoderarse del poder político, pero la revolución se hace violentamente: luchando y no con discursos». Sigue leyendo

Instrucciones para sobrevivir en lo oscuro

El Club Caníbal ofrece un episodio más de la estupidez ibérica en un espectáculo tan gracioso como sesgado políticamente

Instrucciones para sobrevivir en lo oscuro - Foto de Vanessa Rabade
Foto de Vanessa Rabade

Tengo en mente dos referencias cuando me aproximo a este espectáculo. Por un lado, claro, la trilogía Crónicas ibéricas (este último montaje podría ampliar el proyecto a tetralogía) que estaban compuestas por Desde aquí veo sucia la plaza, Herederos del ocaso y Algún día todo esto será tuyo. Hechos verídicos de nuestra historia, repletos de picaresca, cutrerío, barbarie y todo ese folclore tan propio. La sátira y la farsa que han puesto al Club Caníbal como adalides de un estilo berlanguiano, que se actualiza con la parodia más desenfrenada para situarnos frente al espejo cóncavo. Sigue leyendo

María Luisa

Lola Casamayor protagoniza esta nueva comedia de Juan Mayorga, donde la fantasía de una anciana se convierte en una vía de escape existencialista

María Luisa - FotoA Mayorga le gustan los cuentos clásicos, también, hacerse preguntas sobre la realidad y curiosear en posibilidades fabulísticas. En el propio Teatro de La Abadía, que ahora él dirige, presentó hace varios años Intensamente azules, una pieza de igual tono naíf para maravillarse con la cotidianidad. En María Luisa no es que tengamos en escena el supuesto aburrimiento; aunque sí que se manifiestan las rutinas habituales de las dos amigas que suelen conversar por teléfono y que quedan los jueves para agotar su charla con naderías propias de su devenir. Por eso, Marisol Rolandi, con su Angelines no puede ofrecer más que su existencia anodina con su afabilidad tan verosímil. No es esta una obra que indague sobre la soledad, no obstante, se da por hecho. Ni sobre los pesares de la ancianidad entre el silencio. Ni, tampoco, sobre la falta de proyectos de más o menos enjundia que pudieran motivar a los vejetes en la última etapa de su vida. Si quiere el espectador, lo puede tener en cuenta; pero aquí todo es mucho más sencillo, tanto que, tal cual entras, tal cual sales, pues no veo por dónde podría quedarnos algún poso. Ya que si únicamente se desea poner de manifiesto cómo la imaginación puede ser la mejor compañera o la idónea incitadora de actividades que aún se anhela practicar, pues bienvenida sea. Puede debamos analizar más. Sigue leyendo

Los columpios

Los Nuevos Dramáticos, un grupo de niños y de niñas, se unen a José Troncoso para reflexionar lúdicamente sobre el futuro que les espera

Los columpios - Foto de Bárbara Sánchez Palomero
Foto de Bárbara Sánchez Palomero

Partamos de lo importante que es dejar que los niños participen creativamente en una obra de teatro; y que lo hagan de una manera profesional, donde se les pueda tener en cuenta. La chavalería que salta a escena, que tiene entre ocho y diez años (más o menos), si nadie se la ha arrebatado —siempre ha ocurrido y hoy sigue pasando, aunque de otras formas—, mantendrán su entera espontaneidad. Cómo se manejan estos muchachos ante preguntas trascendentales puede llegar a ser fascinante y creo que, ante todo, este montaje, tan bien traído por el Centro Dramático Nacional nos somete a una contemplación que seguramente ya no poseamos los adultos. Esa visión está bien enmarcada, es floreciente, ocurre precisamente en esa edad, en ese atisbo de la preadolescencia; cuando se va discurriendo con un sentido diferente, cuando el desarrollo de la personalidad va definiendo gustos y preferencias, y la proyección hacia el futuro está repleta de las lógicas apariencias, de lo que les llega del mundo, de los medios de comunicación, de sus familiares, de creerse que la totalidad es como se les presenta la vida en la cercanía. Sigue leyendo

Alfonso el Africano

El Club Caníbal realiza su montaje más sólido para desbravar a los Borbones a través de una biografía satírica de Alfonso XIII

Alfonso el Africano - Foto de Luz Soria
Foto de Luz Soria

El retablo valleinclanesco que están perfilando los del Club Caníbal va a lograr que el esperpento supere el reflejo deformado de los espejos cóncavos y se nos estampe en los morros. Siempre ya el tema de España y nuestra insuperable ranciedad de fondo. Ni falta hace que algunos episodios de nuestra historia se caricaturicen. Las obras futuras de estos dramaturgos ya se están escribiendo, y de este Alfonso el Africano es fácil imaginar una segunda parte, una vida paralela que habrá que observar con suficiente distancia para que no nos sintamos demasiado estúpidos. Sigue leyendo

Ronejo

Nuestra actual pandemia reconfigura la mirada que podemos aportar sobre esta comedia distópica de Rulo Pardo

Ronejo - FotoEl Teatro de La Abadía ha querido cerrar su peculiar temporada con algo «fresquito» para el verano (como se suele decir). Ronejo es una obra que ha ganado, sin querer, gracias a las circunstancias; pues fue creada en 2018, pero parece que el tiempo le ha dado la razón. Si usted es un conspiranoico, claro. Aunque parece que el futuro no irá muy desencaminado, ya que el hombre más rico del planeta (o el segundo, qué más da), Elon Musk, está con Neuralink preparando el abordaje. La cuestión es que esta propuesta no es más un entretenimiento, un cómic para frikis, sin más ambiciones que jugar cómicamente con un destino, el de la humanidad, que se aproxima distópico en nuestra imaginación y que, probablemente, sea tan luminoso en el aspecto exterior como oscuro en nuestro control. Los problemas, eso sí, con los que nos topamos son, al menos, dos. A saber, que el humor no sea desbordante, cuando uno lo esperaba ansiosamente. Sigue leyendo

Shock 2

La segunda parte de la conocida «doctrina» de Naomi Klein se materializa en el Teatro Valle-Inclán en un espectáculo menos ajustado que el anterior

Shock 2 - Foto de Luz Soria
Foto de Luz Soria

Si en Shock (El Cóndor y el Puma) funcionaba dramatúrgicamente casi todo, en esta segunda parte tan solo nos conmueve y llega a sugerir más humanamente la mitad. Quizás, ser coherente resulta ser lo menos eficiente para esta representación teatral. Ajustarse al libro de Naomi Klein o a ese unidireccional entramado, como si fuera la teoría del caos y solamente hubiera que fijarse en una única mariposa aleteando en lontananza, resulta, valga la redundancia, caótico y reduccionista. «Explicar» las acciones directas sobre Chile, puede tener una base; pretender que los mismos parámetros de la teoría neoliberal «explican» la recomposición planetaria desde finales de los setenta; ya es, cuando menos, una «boutade». Sigue leyendo

Paloma negra

Alberto Conejero toma La gaviota de Chéjov para recordar a los descendientes de los exiliados españoles en Méjico

Foto de Susana Martín

No se puede afirmar que sea algo premeditadamente oculto; porque es evidente y, además, el autor lo ha expresado con claridad; pero, ¿cómo es posible que toda la trama, toda la vertebración y la conceptualización del texto ―al menos en la base― se fundamente en La gaviota de Chéjov, y Paloma negra no sea considerada una adaptación de aquella? Entendamos que el espectador que observe el título y el subtítulo (Tragicomedia del desierto) y a su «exclusivo» dramaturgo, eche de menos al ruso. En fin, el eterno debate sobre la versión, la adaptación, el homenaje, la inspiración, la apropiación o, directamente, la nada. En definitiva, si no atendemos a más explicaciones, lo que contemplamos en escena es una adaptación de La gaviota ―otra más, como hace unos meses con la de Rigola― resituada en el Méjico de los años 70, entreverada de gestos y de conversaciones, de nombres y de alusiones, que remiten a la emigración forzosa de españoles que se produjo antes, durante y después de nuestra guerra. Y, sí, el humor. Alberto Conejero, al menos en el primer tercio del montaje, ha sabido dotar a sus diálogos de un brío humorístico elegante, ingenioso y desencantadamente irónico. Por otra parte, parece ser que las remisiones culturales a la literatura, a la historia y a la generación «Nepantla» o «fronteriza» que se fue creando, entre aquellos individuos que tuvieron que desarrollar su tarea allá, sin ser estrictamente de allí. Individuos en tierra de nadie. Los hijos de los exiliados que debieron realizar el esfuerzo por hallar una tradición, un empuje y un apoyo. Todo este embrollo se sugiere, más que se exprime dentro del argumento. Sigue leyendo

Shock (El Cóndor y el Puma)

Un viaje impresionante por la historia reciente de Chile y de Argentina con los desafueros del imperialismo sobrevolando en la impunidad

Foto de marcosGpunto

He aquí el montaje más proteico de la temporada y el que logra plasmar dramáticamente una serie de hechos que no paran de confirmarse entre la bruma de la credibilidad, las noticias falsas y los nuevos episodios de una doctrina que quizás, tarde o temprano, también nos golpee de lleno a nosotros (si no nos mantenemos fuertemente unidos). Primeramente, es necesario hacer referencia al libro de Naomi Klein (Montreal, 1970), La doctrina del shock (2007). La periodista y ensayista ya se había hecho muy famosa con su ensayo No Logo (2000). Después, con la obra que nos compete ―y de la que también se realizó un documental de fácil acceso en internet―, generó un buen montón de críticas acerca del alcance de su mensaje. Hay que reconocer que la autora pertenece a esa izquierda minoritaria en el espectro de la América del Norte, junto a otros autores como Noam Chomsky, que está teniendo verdaderas dificultades para desarrollar un discurso creíble ahora que sus fórmulas más «radicales» (strictu sensu) o tienen poco apoyo (por idealistas) o han sido absorbidas por corrientes denominadas populistas. En esto, es justo afirmarlo, el poder de una prensa atenazada presupuestariamente es un factor determinante. Ya sabemos que cualquier proclama que huela a socialismo (incluso a socialdemócrata) y que pueda «infectar» a Estados Unidos, debe ser barrida. Sigue leyendo