Ana Belén y José Luis Gómez protagonizan en el Teatro Español una obra sin fundamento ni coherencia

De la razón de ser de esta propuesta estaremos en la inopia mucho tiempo. ¿Qué pasaría si se despiertan nuestros amantes predilectos de la literatura universal después de cincuenta años? Y la respuesta es sacar a Ana Belén y a José Luis Gómez para hacer de ellos (¿mismos?). Si me dicen que el texto firmado por E.L. Petschinka está en blanco, tendría que creérmelo; y eso que su adaptación de Tiempo de silencio me pareció reseñable. Igualmente, da la impresión de que Rafael Sánchez les ha dejado ejecutar lo que quieran, y que su labor se ha reducido a situar al elenco en su lugar correspondiente.
El preámbulo ya anuncia catástrofe. Estamos de lleno en uno de esos espectáculos que ansían llevar de la manita al espectador de inicio a fin. Tanto es así, que José Luis Torrijos se convierte en improvisado presentador para anunciar a la mismísima Ana Belén, y para que, como en un juego circense, José Luis Gómez no aparezca. Esta pantomima permite a nuestra estrella femenina recordar sus andanzas shakesperianas en el Estudio 1, que grabó con Tony Isbert, hasta que sube a las tablas su compañero y suenan los aplausos. Luego, arruinarán cualquier clímax posible volviendo sobre esta movida de la televisión. Sigue leyendo