Ana Belén y José Luis Gómez protagonizan en el Teatro Español una obra sin fundamento ni coherencia

De la razón de ser de esta propuesta estaremos en la inopia mucho tiempo. ¿Qué pasaría si se despiertan nuestros amantes predilectos de la literatura universal después de cincuenta años? Y la respuesta es sacar a Ana Belén y a José Luis Gómez para hacer de ellos (¿mismos?). Si me dicen que el texto firmado por E.L. Petschinka está en blanco, tendría que creérmelo; y eso que su adaptación de Tiempo de silencio me pareció reseñable. Igualmente, da la impresión de que Rafael Sánchez les ha dejado ejecutar lo que quieran, y que su labor se ha reducido a situar al elenco en su lugar correspondiente.
El preámbulo ya anuncia catástrofe. Estamos de lleno en uno de esos espectáculos que ansían llevar de la manita al espectador de inicio a fin. Tanto es así, que José Luis Torrijos se convierte en improvisado presentador para anunciar a la mismísima Ana Belén, y para que, como en un juego circense, José Luis Gómez no aparezca. Esta pantomima permite a nuestra estrella femenina recordar sus andanzas shakesperianas en el Estudio 1, que grabó con Tony Isbert, hasta que sube a las tablas su compañero y suenan los aplausos. Luego, arruinarán cualquier clímax posible volviendo sobre esta movida de la televisión.
A partir de este momento nos adentramos en el tedio y en la estupefacción. La trama está por hilar y se tira para adelante con remedos de la obra original, sobre cómo fueron los últimos momentos en los que tomaron el veneno. David San José, que toca el piano (y otros instrumentos), se introduce en el meollo para reconvertirse en Fray Lorenzo —un papel plano que apenas vale para desentrañar cómo intervino en el affaire—. Además, Irene Rouco, quien se encarga del violonchelo, tiene la oportunidad de interpretar a la Lady Capuleto, la madre de la joven, que aprovecha para mover el esqueleto con un infame chunda-chunda que aspira a modernizar aquel baile de máscaras donde se enamora la muchacha (quizás se hayan inspirado en Baz Luhrmann). El remate es que, al pobre Torrijos, también en labores musicales, le toque infundirle gracia haciendo de ama, como si se nos viniera de aquellos Entremeses cervantinos donde se lució (a las órdenes de José Luis Gómez, demostrando, ahí sí, quién es).
Realmente no sabemos ni por dónde coger el asunto; puesto que ni se llega a representar la propia tragedia de Shakespeare, ni esta nueva es capaz de contarnos algo de valía. Y es que nuestro protagonista está la mayor parte de los minutos ido, despistado y como si una demencia senil le impidiera reconocer a su amada. Así que es Ana Belén la que tiene que echarse este desastre a la espalda, y circundar entre la adolescente de trece años que cayó fulminada y la mujer de sesenta y tres que se ha despertado. Ella, al menos, se mueve por escena con su habitual seguridad. Aun así, en ningún instante llegamos a ver a una pareja de enamorados en la senectud.
El amor idealizado, neoplatónico, queda pervertido por esta inédita visión. O sea, se desploma el máximo principio de la obra del inglés. Uno se pregunta para qué construir este montaje. ¿Para escuchar cantar levemente a Ana Belén? O para decepcionarnos altamente, porque el tan traído amor (y sexo) en la tercera edad (nuestra queja reciente es el edadismo) no llega a fraguar ni siquiera en la imaginación. Salvemos la iluminación tan cuidada y cadenciosa de Carlos Marquerie.
Cuando José Luis Gómez sea próximamente sustituido por Jesús Noguero, que tiene 25 años menos, ya no sé hasta qué abismo caeremos. ¿No sería mejor ceder ese magno espacio del Teatro Español a otra pieza más loable?
Autor: E.L. Petschinka
Traducción: Luis Carlos Mateo Ruiz
Dirección: Rafael Sánchez
Reparto: Ana Belén, José Luis Gómez (del 15 de abril al 28 de mayo), Jesús Noguero (del 30 de mayo al 4 de junio) José Luis Torrijo, Irene Rouco y David San José
Voz en off: Roberto Mori
Diseño de espacio escénico y vestuario: Ikerne Giménez
Ayudante de escenografía y vestuario: Ana Abad Urpí
Diseño de iluminación: Carlos Marquerie
Ayudante de iluminación: David Benito Picón
Dirección musical: David San José
Ayudante de dirección: Roberto Mori
Una producción de Entrecajas Producciones Teatrales y Teatro Español con la colaboración del Teatro Calderón de Valladolid y el Ayuntamiento de Fuenlabrada
Teatro Español (Madrid)
Hasta el 4 de junio de 2023
Calificación: ♦
Texto publicado originalmente de La Lectura de El Mundo.
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