La verdadera historia de Ricardo III

Calixto Bieito desborda con excesos dramatúrgicos la tragedia de Shakespeare, para dejar que brille Joaquín Furriel en los Teatros del Canal

Foto de Carlos Furman

Pronto a nosotros también sufriremos una escoliosis, aunque sea por pura mímesis. La tragedia de William Shakespeare aspira al trono absoluto de obras hiperadaptadas en nuestra escena. Puedo hacer un somero repaso y fijarme en la versión de Miguel del Arco y Antonio Rojano o de Marco Paiva o de Yolanda Pallín o la particular performance de Sara Beer o la extraordinaria expresión de Joan Carreras en Historia de un jabalí o aquella Lady Anne del año pasado. Por no referirme a la antología trágica que dirigió el propio Calixto Bieito hará un par de temporadas (Erresuma / Kingdom / Reino). No quiero ir más lejos, ni más atrás. Sigue leyendo

Los hidalgos de Verona

Declan Donnellan y Nick Ormerod presentan en el Teatro de la Comedia una endeble obra de un primerizo Shakespeare

Foto de Javier Naval

Aceptemos que Declan Donnellan ha tomado, en gran medida, el consejo que Harold Bloom emitió para quien lo deseara: «los directores… harían bien en montar Los hidalgos de Verona como una farsa paródica, cuyos blancos serían los amigos veroneses del título». Muy poco se puede sacar de esta obra primeriza del bardo y, menos, si el planteamiento dramatúrgico está por debajo de quien puede calificarse como uno de los mejores directores europeos de los últimos tiempos. Siempre junto a su fiel acompañante, el escenógrafo Nick Ormerod, quien firma la ¿escenografía?, que consiste en un panel situado en el centro, apenas empleado como pantalla en el último acto, y que funciona como separación espacio-temporal excesivamente simple. Convengamos que, si hubieran sido otros, quienes hubieran realizado este dispositivo se los habría juzgado con severidad. Sigue leyendo

Hamlet

Declan Donnellan desnuda la escena para que el héroe trágico ofrezca comicidad a su locura en una versión del clásico shakespeariano

Foto de Albert Dobrin

Si hace justo un año los espectadores nos subíamos al escenario de la Sala Verde de los Teatros del Canal para seguir los avatares de Edipo. Ahora, con los mismos rumanos del Teatrul Naţional Marin Sorescu de Craiova, vuelven Declan Donnellan y Nick Ormerod, incansables a pesar del tiempo transcurrido, a sumergirnos en la acción, aunque esta vez sentados, en gradas a dos bandas. Disposición fundamental para que la cercanía sea intensa y el tapiz blanco y central se ilumine con potencia para ser pasarela de moda ridiculizante y pedana de esgrima. Además, el movimiento del elenco será extraordinario, pues surge de improviso por detrás de los asientos, avanzándonos ruidos en las disputas, algunos gritos, algún estruendo. No hay un ejército, pero sí se concitan toda una serie de hombres uniformados ─a lo contemporáneo─ que igual valen de consejeros áulicos que de agentes del servicio secreto de su majestad. Sigue leyendo

Othelo (termina mal)

Un elenco afinado por Gabriel Chamé convierte la tragedia shakesperiana en una comedia repleta de ritmo

Othelo - termina mal - Foto de Carlos Furman
Foto de Carlos Furman

Es de agradecer que una tragedia como esta se pueda lanzar a las tablas con tanto humor. Si uno se fija en lo ocurrido en los últimos tiempos, esta obra de Shakespeare ha comenzado a observarse con verdadera reticencia e, incluso, con miedo (aunque sea con ironía). Así se remarcaba en Shakespeare en 97 minutos, pues se negaban a representarla al no contar con un actor racializado entre sus componentes. En otra dimensión se puso Marta Pazos cuando se acogió a los dictámenes políticos de nuestra contemporaneidad al darle el protagonismo a Desdémona. En cualquier caso, seguimos contando con montajes que se ajustan con mayor precisión al clásico, como así dejó constancia Eduardo Vasco, quien ahora dirige el propio Teatro Español donde se representa esta función. Sigue leyendo

Ricardo III

Marco Paiva lleva a cabo esta atrayente propuesta sobre la obra de Shakespeare con un elenco que emplea la lengua de signos

Ricardo III - Foto de Geraldine Leloutre
Foto de Geraldine Leloutre

Me pregunto cómo sería esta función sin los sobretítulos, si el público sordo que se expresa con lengua de signos se sometiera a esa experiencia. En el Teatro Valle-Inclán se presenta el Ricardo III, de Shakespeare, con un elenco que emplea el sistema signado español y portugués. ¿Qué se entendería? ¿Qué se perdería? Me refiero, por un lado, al dilema de cómo adaptar la literatura, con sus figuras, con sus metáforas, con una mayor adjetivación, a una expresión que, con mucha frecuencia, es más restrictivo en su matización que el lenguaje escrito. ¿Es posible la «traducción»? La cuestión es que, de alguna manera, poder leer la obra hace que el espectáculo tenga truco, incluso para los sordos que pueblan la platea. ¿No tiene esto, quizás, algo de esteticismo vacuo? Sigue leyendo

Erresuma / Kingdom /Reino

Una antología de atrocidades extraídas de las tragedias históricas de William Shakespeare se presenta en las Naves del Español en Matadero. Un espectáculo carente de hilo conductor y arrojado a la pura provocación de la sangre

ERRESUMA KINGDOM REINO EG CASTELLANO
Foto de Moreno Esquibel

Diría que es mala suerte que el prestigioso director belga Jan Lauwers presentara su Billy’s Violence precisamente en el Matadero hace unos meses. El espectáculo, que giró por algunas ciudades españolas, era una sanguinolenta demostración de las atrocidades que aparecen en las obras de Shakespeare, centrada principalmente en las víctimas femeninas. Ahora Calixto Bieito presenta su montaje Erresuma / Kingdom / Reino para hacer algo muy parecido en fondo y en forma; y, encima, para que lleguemos a la misma conclusión: la violencia por la violencia como arte de la provocación. Una manera de exprimir aún más la naranja mecánica shakesperiana. Y es que, usar al poeta inglés, es, ante todo, una técnica de marketing; una vez nos alejamos de sus escritos y de su época con tanta promiscuidad. Sigue leyendo

Noche de Reyes

Helena Pimenta y Álvaro Tato llevan al Matadero su visión taciturna de la comedia de Shakespeare

Noche de Reyes - José Alberto Puertas
Foto de José Alberto Puertas

En 2013, la compañía británica Propeller demostraba cómo se puede exprimir una comedia como Twelfth Night hasta el punto payasesco. Decía Harold Bloom que las versiones sobre esta obra descarrilaban si no tenían un ritmo rápido. Y este es uno de los grandes fallos de la mirada que han proyectado Álvaro Tato y Helena Pimenta. Y se da así porque se han tomado una serie de decisiones estéticas y éticas, que convierten esta propuesta en un espectáculo demasiado melancólico y limpio. Si la acción transcurre en Iliria, nosotros pensaremos que estamos en el canal de la Mancha, en Dover, por ejemplo, en los años de la Primera Guerra Mundial. El vestuario de José Tomé y Mónica Teijeiro así lo manifiesta con bombines y cascos militares; y su propia escenografía, un retablo naíf con oleaje al fondo, refuerza la idea. Sigue leyendo

Antonio y Cleopatra

Ana Belén y Lluis Homar despliegan encanto y humor para abrir la temporada en el Teatro de la Comedia

Antonio y Cleopatra - Foto de Sergio ParraQue conozcamos de sobra el desenlace, no quita para que la batalla dialéctica nos dé un impresionante morbo. El resto de personajes pueden quedar en la sombra y en silencio. Los avatares bélicos propician el movimiento de las piezas en la partida erótica, y el erotismo es una máscara aviesa por sujetar un poder muy quebradizo. ¿Quién hace más teatro? ¿Cleopatra o Marco Antonio? Nuestra mirada romántica nos hace crédulos ante tales arrumacos en los primeros instantes; pero ahí se dirime mucho más. En concreto, la supervivencia política. La reina de Egipto había hecho lo propio con Julio César y ahora no tendría inconveniente en volver a «venderse» a otro romano. Sigue leyendo

Othello

Marta Pazos y Fernando Epelde intervienen la obra de Shakespeare dándole mayor protagonismo a Desdémona

Othello - Foto de Estela Melero
Foto de Estela Melero

Enmendarle la plana a William Shakespeare; pero envolviéndose a su vez con su prestigioso marchamo autoral. Quizás lo pertinente sería repudiar y abandonar esta obra, pues en ella, de forma horrorosa, se asesina a una mujer. Uno ya se harta de que el mismo discurso, como un engrudo de seudofilosofía feminista, sin desarrollo, sin cuestionamiento de la realidad, anclado en repeticiones de términos vacíos y falaces, ya convertidos en tópicos que repite todo el mundo como un mantra, valga para justificar cualquier intervención teatral. Lo llevamos viendo demasiado tiempo sobre los escenarios y claramente falta atajar los conflictos con más enjundia y con una disposición poética que se haga cargo de la complejidad humana. No se puede seguir utilizando al famoso patriarcado como gran chivo expiatorio de cualquier desgracia femenina (y, en cierta medida, masculina). El patriarcado ha terminado. No existen instituciones esenciales en nuestro país que sustenten una cosmovisión que antes sí era refrendada por las familias, por la Iglesia y por el Estado. Sigue leyendo