Escena – Fin de temporada 2019-20

Un repaso por lo más meritorio y sobresaliente de este reducido periodo teatral que nos ha tocado vivir

Foto de Vanessa Rabade

La temporada ha quedado demediada. Esto ya no tiene remedio. Días aciagos para el teatro que dejan su futuro en suspenso. Los sucedáneos virtuales demuestran que la anosmia no es solo un síntoma clarificador de esta pandemia que nos acogota; sino la evidencia de que el drama requiere de olores, de sudores, de tensiones carnales y, fundamentalmente, de ese compromiso indeleble entre los intérpretes y un público que se entrega al pacto mefistofélico. Por lo tanto, solo queda hacer ya el habitual repaso a lo más destacable de la escena teatral madrileña (española por extensión y por recepción. Internacional, a la postre). Sigue leyendo

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Doña Rosita, anotada

Pablo Remón sobredimensiona a Lorca para ofrecernos una versión fabulosa a través de su biografía sentimental

Foto de Vanessa Rabade

Avancemos que Pablo Remón acaba de presentarnos un montaje culmen, producto de todo un proceso de desarrollo dramatúrgico que se ha ido macerando en unos pocos años. Tras La abducción de Luis Guzmán, 40 años de paz, Barbados, etcétera, El tratamiento, Los mariachis y Sueños y visiones de Rodrigo Rato (firmada esta última también por Roberto Martín Maiztegui) llega esta Doña Rosita, anotada para acertar con un equilibrio conceptual, técnico y sentimental que nos sitúa ante una función que debe servir para ejemplificar una forma de hacer teatro en nuestra contemporaneidad, y una manera de versionar. La deconstrucción que aplica el dramaturgo sobre el texto de Lorca ―recordemos que fue su penúltima obra teatral (1935), aunque su origen data de 1924―, va más allá de la reordenación de los tres actos y de la intervención metateatral; puesto que ha insertado una emotiva trama personal (con las claras características de la autoficción). Francesco Carril, que viene de interpretar la estupenda Hacer el amor (que alguien la reponga), es un actor imprescindible de la escena actual y aquí se convierte en un trasunto del autor para efectuar un trabajo cargado de ironía y de pertinacia romántica. La cuestión que se nos plantea al principio no carece de lógica y tiene que ver con la vigencia de este drama; es decir, qué supone para nosotros hoy y qué nos puede aportar si se decide actualizarlo. Sigue leyendo