Tierra del fuego

Claudio Tolcachir dinamiza el conflicto de Israel y Palestina en una propuesta visualmente muy efectiva

TierraDelFuego--620x349Cuando uno se acerca a un hecho artístico como una obra de teatro y esta trata sobre un hecho asentado ya en la historia, pero que aún colea y coleará durante bastante tiempo como es el tema de Palestina-Israel; debe aceptar, debe saber, que aquello es un acercamiento tangencial al asunto. Eso de ir a aprender, debería dejarse para otras disciplinas. Estas precauciones son necesarias para asistir a una función como Tierra del fuego. Si tuviéramos que considerar su contenido, la discusión sería tan eterna como el conflicto que en Próximo Oriente se lleva dando durante todo este tiempo. Aquí tenemos a una víctima judía que ha sufrido un atentado en Londres, en el que ha muerto una amiga suya. Tenemos a una mujer que, pasados más de veinte años, decide visitar al terrorista palestino a la cárcel. Recibe reproches cercanos de su esposo y allegados, y lejanos, de la sociedad en general, y de los sionistas en particular. Si la obra es válida es porque nos ofrece la mirada concreta de Yael Alón (en representación de las vivencias reales de Yulie Cohen) y sería un error sacar conclusiones precipitadas de un conflicto que supera los discursos políticos y que, hoy, seguramente, tenga más «justificaciones» geopolíticas que religiosas. El caso es que Alicia Borrachero se mete en la piel de esta mujer y nos expone su aventura catártica acerca de sus dudas en conciencia; sus avatares en los intersticios de un despertar, de un cuestionamiento de lo aprendido, de una consideración del otro, del enemigo. Borrachero se planta con su habitual seriedad, con esa forma tan directiva, algo agresiva, segura incluso en la expresión de la duda; sabe mirar intensamente. Todo gira sobre ella. Enfrente, Adbdelatif Hwidar, con una actitud arrebatadora, absolutamente creíble en el ingrato papel del asesino, elaborando un discurso de arrepentido y de luchador que simultanea en favor de la estrategia que su abogado ha expuesto. Este viene encarnado por Hamid Krim en un breve, pero resolutivo papel. Todos los personajes se han instalado sobre el tapiz desde el inicio (seña de identidad que caracteriza las dramaturgias de Tolcalchir; así lo recordamos de su Emilia); esperan su momento, en su espacio alejado e imaginario. De esta forma lo hace Tristán Ulloa, Ilán, el marido, que adopta una postura resignada, intermitente, rendido, en definitiva, al propósito higiénico de su esposa. Cierran el círculo, mientras apenas la iluminación sobre el fondo a modo de ventanas que abren estancias y el giro de la mesa, como si se nos obligara constantemente a cambiar de perspectiva, Malena Gutiérrez, como Guela Golán, quien defiende el integrismo sionista en el liderazgo de una asociación; y Juan Calot, que destila su gesto meditabundo y diligente, haciendo de padre e historiador, aportando la visión aparentemente más «científica del asunto». Pero parece que estos dos últimos personajes no pueden escapar de las consignas estereotipadas del embrollo, sus intervenciones son breves y sus mensajes son excesivamente telegráficos y construidos con una soflama dogmática. La función viene presentada por el ruido de voces y músicas que se entremezclan como los pensamientos turbios. La efectividad con la que es dirigido el espectáculo, el dinamismo de unos diálogos que se comen el tiempo y el espacio, y lanzarnos las contradicciones de un problema en apariencia irresoluble, sobresalen ante el temor, antes comentado, de que caigamos en la mala interpretación, de que tomemos partido por alguna de las posturas como si todos los datos estuvieran esparcidos sobre la mesa de negociación. Si lo que se pretende es aleccionar en alguna dirección, entonces la demagogia y la simplificación no nos harán ningún favor. Más útil es descontextualizar y quedarse con el ejemplo de una víctima cuestionándose profundamente su instrucción inoculada desde pequeña.

Tierra del fuego

Autor: Mario Diament

Dirección: Claudio Tolcachir

Versión: David Serrano

Reparto: Alicia Borrachero, Tristán Ulloa, Abdelatif Hwidar, Juan Calot, Malena Gutiérrez y Hamid Krim

Diseño de iluminación: Juan Gómez Cornejo e Ion Aníbal López

Diseño de escenografía y vestuario: Elisa Sanz

Ayudantes de dirección: Maite Pérez Astorga y Nacho Redondo

Casting: Rosa Estévez

Comunicación: María Díaz

Community manager: Álvaro Vicente

Fotografías: Jean Pierre Ledos y Elena C. Graiño

Productores asociados: Maxime Seuge y Jonathan Zak

Producción ejecutiva: Olvido Orovio

Dirección de producción: Ana Jelin

Naves del Español – Matadero (Madrid)

Hasta el 12 de junio de 2016

Calificación: ♦♦♦

Texto publicado originalmente en El Pulso.

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2 comentarios en “Tierra del fuego

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