Manuel Canseco adapta en los Teatros del Canal la primera obra de teatro de Benito Pérez Galdós que se llevó a escena
El interés por el teatro de Benito Pérez Galdós es bien temprano en su vida, de hecho, antes de Realidad, que se considera la primera de su nómina, escribió otras que no llegaron a representarse. Cuando uno asiste a este tipo de drama, caduco en algunos procedimientos y anticuado en unas convenciones sociales que no quedan tan lejos como para sorprendernos con sus descubrimientos, sino todavía próximas en el tiempo, se pregunta desde qué posición se debe observar. Sinceramente, cuesta encontrar elementos atractivos en obras así, una vez que ciertos esquemas se han desgastado. Entiendo, claro, que el gusto contemporáneo ha trastocado nuestra mirada sobre esas «problemáticas» burguesas decimonónicas, relamidas y romanticonas, novelescas y trasnochadas. No veo otra manera que apreciarla como suvenir; como un estudio arqueológico a una tragedia que Manuel Canseco ha dejado en los huesos. Sigue leyendo