Diego Garrido lleva a las tablas la película Mass, del director Fran Kranz, donde se dirime la culpabilidad de los padres de un joven asesino
Cualquiera que haya visionado Mass, la cinta que Fran Kranz presentó en 2021, tiene mucho de teatral; pues no deja de ser un drama de situación, un encuentro amarguísimo entre las dos parejas, de padres y de madres, en una habitación. Parecía más que razonable adaptarlo a las tablas como ha realizado con elegancia y buen tino Diego Garrido, quien se pone por primera vez al cargo de la dirección. Él mismo también comanda y propicia esta reunión; aunque la mayor parte de los minutos se mantendrá fuera. Creo que merece la pena atender a toda una serie de diferencias culturales que tienen peor encaje con nuestra sociedad para el tema que nos compete. Trasladar la realidad estadounidense a España implica considerar que, por muy occidentales que nos consideremos, sus bases protestantes nos deben chirriar. Sigue leyendo

Desde luego, a priori resultaba muy intrigante descubrir cómo se podía llevar a escena la vivencia de la famosa Helen Keller, aquella mujer que se quedó sorda y ciega después de pasar una tuberculosis (parece la hipótesis más razonable) a los diecinueve meses de haber nacido. La película El milagro de Ana Sullivan contribuyó en su momento a que su ejemplo se volviera más acuciante, especialmente para todos esos estudiantes de estudios relacionados con la pedagogía. Evidentemente, la estética, en su sentido más amplio (arte y sensaciones), parece el camino más apropiado para incidir en los lenguajes que nos puedan aproximar a esa entelequia que supone especular, no ya sobre el pensamiento y las percepciones de una persona corriente, tan manipulada por la vista, sino de alguien que requiere necesariamente acudir al tacto y al olfato para alimentar su imaginación. 

