Lluís Homar se encarna en el célebre emperador en esta adaptación de la novela de Marguerite Yourcenar
Seguramente si este espectáculo hubiera tenido el enfoque de Xavier Albertí, escudero de Lluís Homar en la Compañía Nacional de Teatro Clásico, y responsable de varios «solos» ─muy acertados, algunos de ellos (En mitad de tanto fuegoes una clara referencia)─ la austeridad hubiera sido preponderante. Y hubiera sido coherente para ejecutar el monólogo de un emperador que, quizás, nació en Itálica, y que degustó el estoicismo. Sigue leyendo →
Repaso a los espectáculos más sobresalientes de este curso que acaba de finalizar en la esfera teatral
Foto de Jean Louis Fernandez
Que la tendencia conservadora y buscadora de públicos más talluditos y fieles se va imponiendo en la mayoría de los teatros es ya una obviedad. De alguna manera, esta pulsión arrastra también a creadores que estarían dispuestos a arriesgarse más; sin embargo, ven que el propio ambiente lo ha hecho más complicado. Parece que ciertas líneas se van difuminando como, por ejemplo, esas ínfulas juveniles de otros años donde se nos esputaban consignas sobre su sacrosanta identidad; pero con tono victimista y ñoño. Sigue leyendo →
La vida del célebre dramaturgo se recrea en el Matadero con gran acierto en esta obra firmada por Adrián Perea
Foto de Jesús Ugalde
Presenta Adrián Perea una comedia seria, de largo recorrido, como un auténtico comediógrafo de hoy, como Alfredo Sanzol o Pablo Remón, que son los adalides del género, destinados a permanecer. Discurre fuera de las ínfulas juveniles tan inofensivas y quejosas como aquel Ahora que nos dejan hablar. Interesarse por la biografía de Miguel Mihura, indagar en los orígenes de su más célebre obra y dejar un fresco sobre la vida de los cómicos puede que hoy no resulte demasiado atrayente; pero es en esas investigaciones donde la magia de la creatividad surge de la manera más insospechada. Sigue leyendo →
Obra de Carmen Laforet es adaptada con mucha consistencia dramática, a pesar de sus excesos narrativos, en el Teatro María Guerrero
Foto de Bárbara Sánchez Palomero
Lleva Joan Yago unos cuantos años dejando su impronta en el teatro nacional con una insistencia preponderante de la narración; como ya comprobamos con Breve historia del ferrocarril español o, esta temporada, con su peculiar visión del Congreso de Viena en Le congrès ne marche pas. Ahora, con la adaptación de la novela que Carmen Laforet ambientó entre octubre de 1939 y febrero de 1940 se insiste en los procedimientos narrativos. Este hecho, que resulta, desde luego, coherente, supone un lastre para un espectáculo que se alarga más allá de las tres horas de manera innecesaria. Sigue leyendo →
La compañía ex_límite continúa su andadura teatral con otra propuesta enormemente sugestiva sobre los límites de la realidad a través del arte
Foto de Carla Maró
La gente que está metida aquí viene demostrando su desparpajo y su humor, su desvarío y su pujanza juvenil, en los últimos tiempos. La compañía ex_límite, que tiene su guarida en la sala del mismo nombre en Usera, ha ido entregando proyectos de cierta dimensión como Cluster. Ahora se lanzan con Ficciones, y rápidamente debemos pensar en Borges, el cual también aparece en escena. Dentro del susodicho libro de relatos debemos extraer Tlön, Uqbar, Orbis Tertius, toda una exacerbación del idealismo frente al materialismo, donde la cabalgata de personajes reales e inventados es tan imparable como nuestra función. «Los espejos y la cópula son abominables porque multiplican el número de los hombres», afirma en su cuento el escritor argentino. Sigue leyendo →
La historia de cómo se ha ido construyendo el sistema ferroviario español salta a escena para evidenciar los negocios fraudulentos de los Borbones, en un espectáculo teatralmente muy rácano
Foto de Luz Soria
Voy a imaginar que el Ministerio de Educación les ha encargado a Joan Yago y a Beatriz Jaén que nos ilustren a los profesores acerca de qué es una «situación de aprendizaje», para así poder desarrollar la nueva pedagogía de la LOMLOE. Puesto que, si ustedes acuden al Teatro María Guerrero, a su Sala de la Princesa —donde no hace muchos meses se satirizó la vida de Alfonso XIII—, recibirán una lección de Historia que, quizás, ya debieran haber recibido. Sigue leyendo →
La Sala Exlímite se convierte en un acogedor bar, donde discurren las biografías autoficcionadas de ocho magníficos intérpretes
Foto de Luz Soria
Creo que llegados a este momento es necesario hacer una salvedad, pues la autoficción aparece abusivamente en los escenarios de nuestro país en los últimos tiempos. Y es un estilo que se aprovecha, en ocasiones, para el egocentrismo (véase El bramido de Düsseldorf, de Sergio Blanco), para acotar el teatro documento (véase Curva España, de los Chévere), para tratar la muerte (véase Un país sin descubrir de cuyos confines no regresa ningún viajero, de Rigola). Pero si nos aproximamos más a la cuestión generacional que nos compete, entonces encontramos referencias inequívocas como Catástrofe, de Antonio Rojano, Hoy puede ser mi gran noche, de Teatro en Vilo o Hacer el amor, donde aparece la propia Ángela Boix. O, todavía más, la que debemos tener como gran modelo: Los Remedios, que es producción de la Compañía Exlímite y que se podrá ver (deben verla) el próximo mes de marzo en el Teatro María Guerrero. Es significativo de esta obra, que posea un contexto tan claro, el barrio; pero también una época, una ciudad, un país, unas clases sociales. Todas estas cuestiones resultan esenciales para desarrollar un proyecto crítico y limitante, un enjuiciamiento de culpas y de responsabilidades, un acto de ironía e, incluso, sátira de un tiempo sobrevenido para una juventud que debe zafarse de toda una serie de atribuciones y de exigencias. Bien, pues todo esto es lo que falta —y se echa de menos—, en Cluster. Recordemos que la autoficción juega de manera extrema al hiperrealismo, a cierto objetivismo inequívoco, a documentar con insistencia aspectos vitales genuinos, verdaderos, personales, etcétera. Sigue leyendo →