La biografía del pedagogo se vivifica en el Teatro de La Abadía con la dirección de José Luis Gómez

Coincide esta función en el Teatro de La Abadía con el próximo estreno de Historia de una maestra. Vivimos en una crisis en el sistema educativo español que no deja de ser otro aldabonazo en la eterna decadencia en esta materia dentro de nuestro país. Nunca hemos estado realmente a la altura de nuestros vecinos. Hemos perdido demasiadas oportunidades. Francisco Ferrer fue otro de esos idealistas ─aunque muchas de sus propuestas fueran bastante positivistas y materialistas─ que se agarraron a las concepciones buenistas de Rousseau, con aquellas proclamas que especificó en el Emilio, y que nos han dejado diferentes experimentos que, quizás, valgan para las primeras etapas de la enseñanza o para épocas y territorios, donde sencillamente había que empezar a funcionar desde cero (Montessori como marca registrada y desfigurada). Sigue leyendo

Somos afortunados de poder asistir a un espectáculo teatral con un elenco de veinticinco intérpretes. En la versión de Lluís Homar no se llegó tan lejos y, en la más reciente de 
De un tiempo a esta parte, el filósofo Javier Gomá ha estado pergeñando su teoría de la ejemplaridad. Y esta tiene que ver con la dignidad y con la emulación, atravesada por la admiración. Si bien ya afirmé con aquel debut suyo titulado
Que conozcamos de sobra el desenlace, no quita para que la batalla dialéctica nos dé un impresionante morbo. El resto de personajes pueden quedar en la sombra y en silencio. Los avatares bélicos propician el movimiento de las piezas en la partida erótica, y el erotismo es una máscara aviesa por sujetar un poder muy quebradizo. ¿Quién hace más teatro? ¿Cleopatra o Marco Antonio? Nuestra mirada romántica nos hace crédulos ante tales arrumacos en los primeros instantes; pero ahí se dirime mucho más. En concreto, la supervivencia política. La reina de Egipto había hecho lo propio con Julio César y ahora no tendría inconveniente en volver a «venderse» a otro romano. 

