La biografía del pedagogo se vivifica en el Teatro de La Abadía con la dirección de José Luis Gómez

Coincide esta función en el Teatro de La Abadía con el próximo estreno de Historia de una maestra. Vivimos en una crisis en el sistema educativo español que no deja de ser otro aldabonazo en la eterna decadencia en esta materia dentro de nuestro país. Nunca hemos estado realmente a la altura de nuestros vecinos. Hemos perdido demasiadas oportunidades. Francisco Ferrer fue otro de esos idealistas ─aunque muchas de sus propuestas fueran bastante positivistas y materialistas─ que se agarraron a las concepciones buenistas de Rousseau, con aquellas proclamas que especificó en el Emilio, y que nos han dejado diferentes experimentos que, quizás, valgan para las primeras etapas de la enseñanza o para épocas y territorios, donde sencillamente había que empezar a funcionar desde cero (Montessori como marca registrada y desfigurada). Sigue leyendo
Inmejorable. Precisa. Como debe ser. Helena Pimenta nos ha entregado una representación de Historia de una escalera, con la pátina lumínica y escenográfica que hoy se puede permitir el Teatro Español. Y no solo eso, la dirección de los actores resulta formidable. Modular los gritos, los movimientos para sean ajustados, y hasta lograr que la interpretación del niño sea profesional y sin complacencias (algo enormemente difícil). Es que no se puede poner ninguna penga a esta propuesta. Y eso que la versión de 2003 firmada por Pérez de la Fuente era ya toda una referencia. Volvemos, entonces, al Buero primerizo; aunque el autor ha tenido distintos reconocimientos en los últimos años con
Somos afortunados de poder asistir a un espectáculo teatral con un elenco de veinticinco intérpretes. En la versión de Lluís Homar no se llegó tan lejos y, en la más reciente de 




