Caperucita en Manhattan

Lucía Miranda adapta la novela juvenil de Carmen Martín Gaite en un espectáculo divertido; pero demasiado contemplativo

Foto de Dominik Valvo

La temporada anterior la gente de La tristura «pretendió» acercarse al mundo de Carmen Martín Gaite con Así hablábamos. Hace tiempo, Nieve de Medina, en Carmiña, se había encarnado en la novelista. Ahora, ya adentrados en este 2025, cuando se cumplen cien años de su nacimiento, Lucía Miranda nos presenta Caperucita en Manhattan (luego vendrá El cuarto de atrás). La cuestión es: ¿cómo debemos aproximarnos a un cuentecillo juvenil? ¿Qué conclusión debemos sacar los adultos del meollo narrado? ¿Lo atenderíamos igual si no viniera firmado por una respetada escritora? Convengamos en que, como versión sui géneris del clásico, se aparta enormemente de su referente, no ya de Perrault, si no de la bestialidad de su tradición. Sigue leyendo

No juegues con Carrie

Enrique Cervantes entremezcla en su texto y en su interpretación la estética de las matanzas en institutos con el acoso escolar en un espectáculo adrenalínico

No juegues con Carrie - FotoCuesta pillar el auténtico enfoque pretendido en esta propuesta sobre acoso escolar y ese modo de revancha «a la americana» consistente en liarse a tiros. Desde luego, la masacre de Columbine de 1999 marcó, si se puede afirmar así, una estética, un modus operandi destinado a la imitación. Luego, encima, se quiere meter en la coctelera otra estética, la que a su vez inició la película Scream y todas sus secuelas. La máscara de fantasma con el rictus del grito es más que célebre. Sigue leyendo

Prostitución

Espectáculo variado con base en el teatro documental para exponer casos reales de mujeres que relatan su experiencia vendiendo sexo

¿No habría que preguntarse inicialmente que supone para nosotros hoy el sexo? Pregunta peliaguda y de obligada respuesta si se quiere reflexionar sobre la prostitución. ¿Es inmoral prestar un servicio sexual por dinero? Para responder a estas cuestiones y a otras relacionadas, creo que es muy necesario remitirnos al mejor ensayo de 2019: Lo sexual es político (y jurídico), de Pablo de Lora, quien señala: «…quien defiende el abolicionismo, es decir, la inmoralidad de la prostitución y por ende su necesaria prohibición jurídica, contiende que ninguna prostituta actúa con autonomía…». Pues Andrés Lima y Albert Boronat han escrito un texto teatral donde únicamente hablan las prostitutas, por lo tanto, el debate está viciado, por mucho que se escuchen diversas posturas. La propuesta es lo suficientemente inteligente para que funcione en un escenario y lo panfletario (que se da), lo reivindicativo (que se da) y lo emotivo (permanentemente) se conjuguen con atractivo e interés. A tenor de lo observado, el desequilibrio es patente y el rechazo a la prostitución gana (no sé si como idea o como materialización social). Yo creo que cualquier discurso hubiera sido aplaudido (se aplaude casi a cada parlamento), pues el tonito populista alienta a los espectadores a situarse a favor de lo que se exponga. Si no, es imposible explicar los vítores para alocuciones contradictorias. Enseguida se hace evidente la irresponsabilidad y la cobardía de los políticos en este espinoso asunto, que ha llevado a las prostitutas, en su inmensa mayoría, a la marginalidad, pues carecen de derechos (la pensión, alquilar un piso, etc.). Sigue leyendo

César y Cleopatra

Encuentro de los célebres personajes en una propuesta demasiado fría para representar su pasión

César y CleopatraConocemos la trayectoria como directora teatral de Magüi Mira en los últimos años. Sus montajes cumplían, desde luego, con el interés y la profesionalidad que se le exige a una persona experta en estas lides, ya fuera en Kathie y el hipopótamo, En el estanque dorado o El discurso del rey. Más allá de ciertas cuestiones de mayor calado, no se puede afirmar que fueran inadecuadas dentro de la esfera dramática. Pero con lo que nos topamos en César y Cleopatra es un desatino. Sospechamos que la propia Mira es consciente de ello. A priori, el tema parece atractivo. Gracias a la fantasía del autor Emilio Hernández, los espíritus encarnados de Cayo Julio César y la reina de Egipto se encuentran en el presente para recordar su amor apasionado y para clarificar las tropelías que han cometido los historiadores con ellos. Estos espectros que surgen de la bruma son Ángela Molina y Emilio Gutiérrez Caba. Sigue leyendo