La Navidad regresa al Circo Price con esta esperada propuesta llena de espectacularidad para toda la familia
Cómo no acudir en familia a este espectáculo navideño en el Price si se quiere disfrutar durante casi dos horas de todo tipo de atractivos. Ciertamente, será la chavalería la que más se lo pase en grande; aunque, quizás, para los más pequeñitos se puede hacer un poco largo y puede que algunos diálogos se les pasen desapercibidos. En referencia a esto último, es lo que ocurre con muchas películas infantiles, donde la ironía y la parodia habituales de los últimos tiempos (véase, se me ocurre, La Lego película) están destinadas al regocijo de los adultos. No pasa nada porque no se pillen todos los chistes; ya que las distracciones son múltiples y el ritmo no puede ser más vivaz en un montaje, donde se tienen que realizar las consabidas instalaciones para la realización de los ejercicios. Desde luego, lo que se percibe en seguida es la profesionalidad del equipo. Los profesionales que configuran esta propuesta poseen un excelente currículum en su haber y logran que esta historia sea compacta. Es muy difícil contentar a todo el mundo, ya lo sabemos; pero a cualquiera que le interese este tipo de circo encontrará momentos tan fascinantes como emotivos. La vuelta al mundo de Cometa es la tercera entrega de la trilogía y la heroína, en esta ocasión, viaja por nuestro planeta una vez aterriza con su nave en Madrid. Carla Pulpón adopta los modos de una payasa encantadora, graciosa y con gran ingenio para atrapar la atención del público. Verla convertida en mariposa, mientras canta por las alturas, resulta del todo atrayente. El villano —no tanto, a la postre— es el multifacético Íñigo Sábada. Un tipo que no solo se planta como personaje dispuesto a que lo ridiculicen un poco encarnando al Amargador; sino que firma el libreto en compañía de Cristina Redondo, Carlos López Infante, Anna López Infante y, además, y sobre todo, diseña el vestuario. Originales son los hiperbólicos trajes de los protagonistas y muy coloristas y diversas las estéticas que se muestran en cada uno de los episodios. Un trabajazo, por supuesto. El recorrido —después de unos energizantes gritos alarmantes de los niños («yo grité muchisísimo». «Sí, hijo, de poco te quedas afónico»)— comienza por África con el complejo número de Belén Mercé en la espiral, para continuar con Claudio Rossi en la cuerda elástica, una vez llegamos a Londres y vivimos con él los primeros instantes de «tensión». Cómo se hilan cada una de las piezas con las pullas de Cometa a Amargador es un plus, y permiten dar dinamismo a la función. Además, no faltan momentos más relajados a lo largo del montaje, como cuando pintan con arena para rebajar, lógicamente, la trepidación. Finaliza la primera parte con la fortaleza de Desko Amat con unos equilibrios estéticamente magníficos, una vez hemos llegado a Egipto. El inevitable descanso rompe en cierta medida la atmósfera; pero esta se recupera rápidamente, porque los ritmos del hip hop en Nueva York meten la caña necesaria («¿Cómo te gustó la batería, eh? La tocaba Todobombo». «Sí, todo Todombo, Tonbomdo, lo hacía genial»). Momento de lo más divertido y muy pegado a los gustos más actuales. Es la escena en la que el grupo de baile de Perfordance luce más conjuntado y ejecuta coreografías fulgurantes con el break, mientras Hugo Martín hace de las suyas en la cama elástica. Luego se recobra otra vez la «calma» con Marco Motta en dirección a la India, cuando llega subido en un gran elefante mecánico. Las contorsiones en las cintas aéreas concentran la atención de todos los espectadores. («¿Has puesto que tengo casi cuatro años y que ya soy mayor?» «Sí, ya lo he puesto, mira, no te preocupes que hablo de ti»). Finalmente, nos vamos a París, a un ambiente gastronómico, para que Solène y Rodrigo trabajen con la percha con uno de los números aparentemente más arriesgados y difíciles. El colofón, con Graziella Galán y sus sesenta y tres años, y no sé cuántos de profesión sobre el trapecio, llenan de emotividad un espectáculo muy satisfactorio para los más jóvenes de la casa y lleno de buen hacer, gracias, claramente, a la dirección Anna López Infante y Carlos López Infante, quienes han sabido ajustar las distintas piezas con gran medida para dar gusto a los distintos sectores del público. «¿Y entonces, a ti, U, te ha gustado?». «Me ha encantadísimo».
Dirección: Anna López Infante y Carlos López Infante
Libreto: Cristina Redondo, Carlos López Infante, Anna López Infante, Carla Fernández e Íñigo Sádaba
Artistas: Carla Pulpón (Cometa), Íñigo Sádaba (Amargador), Gloria Maurel (Comandante Todobombo. Baterista y percusionista), Marco Motta (cintas aéreas y contorsión), Isabela & Ernesto (cuadro ruso), Solène & Rodrigo (percha), Desko Amat (equilibrismo), Shyno (urban circus: hoverboard /breaking), Carlos Nelson (urban circus: slalom & slide), Claudio Rossi (funambulismo en cuerda elástica), Hugo Martín (cama elástica), Belen Mercé (espiral) y Graziella Galán (trapecio)
Perfordance Troupe Coreográfica: Lisvet Barcia, Andrea Ruíz, Andi Pan, Alba Keita, Zulema Santana, Tony Leiva, Fran Espinar, Elihú Vázquez, Juan Pereira y Alexis Ortega
Coreografía: Tony Leyva y Juan Montero
Ayudantes de dirección: Tony Leyva y Yanira Ruiz
Jefa de producción: Laura Fernández
Asistentes de producción: Andi Pan y Sofia Coll
Diseño de vestuario: Íñigo Sádaba
Ayudantes de vestuario: Carlos Pinilla y Miguel Montoya
Diseño de iluminación: Carlos Cremades
Diseño de sonido: Raúl López
Operador de sonido: Juan Javaloyes
Rigging: Manuel Cortés y Sergio Domínguez
Producción musical: Jorge Villaescusa
Contenidos audiovisuales: Edu Monreal (The Market Productions) y Jonay Sánchez Hernández
Diseño escenográfico: Carolina González
Construcción escenografía: Óscar Camín (Mambo Decorados)
Atrezzo: El Niño Lápiz y Scenik
Asesoría legal: Fernando Bonelli y asociados
Asesoría laboral: Alethia (Grupo SCA)
Teatro Circo Price (Madrid)
Hasta el 8 de enero de 2022
Calificación: ♦♦♦
Calificación de U: ♦♦♦♦
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