Juan Ceacero actualiza la obra de Ferdinand Bruckner en la Sala exlímite, para redundar en las similitudes que aún se mantienen
Pasar de 1923 a 2023. Y hacer que La enfermedad de la juventud, de F. Bruckner, nos parezca aún vigente. En el fondo seguimos con lo mismo; aunque en los últimos años la oleada neopuritana llegada directamente de los imperialistas Estados Unidos se nos haya inoculado por la izquierda. Por esto, paradójicamente, parece no una obra enfocada en nuestro año sino, quizás, en 2013. Comprendo que esto es ponerse muy tiquismiquis; no obstante, estas chicas hoy nos soltarían otras soflamas a la cara, algunas de esas que se repiten hasta la saciedad en TikTok y otras performances del montón; y que tendrían que ver con el consentimiento o con el deseo no deseante o con el follar con empatía o «con el yo quería, pero resulta que no». Sigue leyendo →
La Sala Exlímite se convierte en un acogedor bar, donde discurren las biografías autoficcionadas de ocho magníficos intérpretes
Foto de Luz Soria
Creo que llegados a este momento es necesario hacer una salvedad, pues la autoficción aparece abusivamente en los escenarios de nuestro país en los últimos tiempos. Y es un estilo que se aprovecha, en ocasiones, para el egocentrismo (véase El bramido de Düsseldorf, de Sergio Blanco), para acotar el teatro documento (véase Curva España, de los Chévere), para tratar la muerte (véase Un país sin descubrir de cuyos confines no regresa ningún viajero, de Rigola). Pero si nos aproximamos más a la cuestión generacional que nos compete, entonces encontramos referencias inequívocas como Catástrofe, de Antonio Rojano, Hoy puede ser mi gran noche, de Teatro en Vilo o Hacer el amor, donde aparece la propia Ángela Boix. O, todavía más, la que debemos tener como gran modelo: Los Remedios, que es producción de la Compañía Exlímite y que se podrá ver (deben verla) el próximo mes de marzo en el Teatro María Guerrero. Es significativo de esta obra, que posea un contexto tan claro, el barrio; pero también una época, una ciudad, un país, unas clases sociales. Todas estas cuestiones resultan esenciales para desarrollar un proyecto crítico y limitante, un enjuiciamiento de culpas y de responsabilidades, un acto de ironía e, incluso, sátira de un tiempo sobrevenido para una juventud que debe zafarse de toda una serie de atribuciones y de exigencias. Bien, pues todo esto es lo que falta —y se echa de menos—, en Cluster. Recordemos que la autoficción juega de manera extrema al hiperrealismo, a cierto objetivismo inequívoco, a documentar con insistencia aspectos vitales genuinos, verdaderos, personales, etcétera. Sigue leyendo →
Una autoficción fulgurante y coral que perfila las biografías de sus dos actores a través del recuerdo de sus años en el barrio sevillano
Preguntarse por las raíces y encontrar que se entreveran por todo el ser, aunque uno pretenda enmascararse, huir, transformarse. En uno mismo está la genealogía entera de su familia y más allá. Como un psicoanálisis realizado por Jung repleto de capas donde un imaginario andaluz y, por ende, español, se apuntala como una idiosincrasia que se debe deconstruir para que no actúe como un amasijo informe de usanzas maltrechas o de hábitos tan irracionales como nocivos. Como una mirada hegeliana de la historia donde el pasado avanzara hacia el presente recogiendo por el camino unas influencias que se anquilosan en la tradición. Así se mezclan el folclorismo, los usos y costumbres, los estereotipos y una educación sentimental que configura toda una ética; pero también una estética. De esta manera, se elabora la ficción que ha puesto por escrito Fernando Delgado-Hierro con la aquiescencia de su compadre Pablo Chaves. Sabemos que son amigos de la infancia, que vivieron en el conservador y, por lo tanto, católico barrio de Los Remedios, esa Marbella de interior, de la ciudad de Sevilla. Por lo visto, solo contaban con dos colegios ―ambos concertados (dato fundamental)―, y ellos, lógicamente, acudieron a uno de ellos. El marco dramatúrgico viene aderezado con los habituales elementos de la autoficción y de la narraturgia que son las dos tendencias más acometidas en los últimos años ―en este sentido, nada nuevo―; sin embargo, la factura es tan virtuosa que los posibles clichés de ambos esquemas quedan subsumidos por el torbellino de estos ambos intérpretes. Sigue leyendo →