Berlín, Berlín

Una comedia vodevilesca en los días previos a la caída del muro de Berlín, dirigida por Gabriel Olivares

Berlín, Berlín - FotoDespués de que la versión de Ser o no ser, dirigida por Juan Echanove, recorriera exitosamente España en los últimos años, parece que se nos mantiene en la retina cuando la comparamos con esta Berlín, Berlín, de los franceses Patrick Haudecoeur y Gérald Sibleyras. Desde luego, esta última sale peor parada y uno debe situarse en lo que supone el humor francés en general. Es verdad que tenemos a gente como los Chiens de Navarre deambulando por territorios más salvajes (véanse No todo el mundo puede ser huérfano o La vida es una fiesta); pero lo cierto es que nuestros vecinos se manejan con una blancura y un tono naíf que uno apenas tiene ganas de reírse con tanto tópico inofensivo, incluso para las guardias inquisitoriales que hoy asolan nuestra sociedad. Sigue leyendo

Jubileo

El Teatro Fígaro vuelve a abrir sus puertas después de su reciente reforma para acoger la obra del juez Pedro González-Trevijano. Un diálogo respetuoso entre Adonay y Belial en pleno camino a Santiago de Compostela

Jubileo - FotoSerá inevitable intuir una moral particular en el trasfondo de este montaje, si viene firmado por un jurista, nuestro actual presidente del Tribunal Constitucional, Pedro González-Trevijano. Plantea, en esta su primera obra teatral, un diálogo entre Adonay (Dios) y Belial (el Diablo), quienes se hacen compañía en el Camino de Santiago, durante el jubileo de 2020, o sea, en plena pandemia. Asunto tan imaginativo nos llevaría a inducir una disputa mucho más maniquea que la que se presenta. Aunque, según vamos avanzando en su devenir por la ciudad gallega, comprendemos —y este sería, a la postre, el auténtico fundamento y significado de esta propuesta— que ambos polos se necesitan. Sigue leyendo

Las hermanas de Manolete

Gabriel Olivares dirige el texto de Alicia Montesquiu sobre las mujeres que rodearon al torero cordobés

Las hermanas de Manolete - FotoEn la intrahistoria de nuestro país todavía puede ver más intrahistoria, y si le ponemos imaginación, todo pudo ser de otra forma e, incluso esta, pudiera hallarse más cerca de la realidad. Alicia Montesquiu, quien viene de actuar en La lluvia amarilla, ha retirado del foco a la gran figura del toreo para desvelar los trazos oscuros y para especular estéticamente sobre todo lo que ocurrió a su alrededor. El contenido de esta función es un tanto reducido; aunque se manifiesten distintas vilezas de calado. Por ello, el armazón que ha creado la dramaturga ha sido sobredimensionado por Gabriel Olivares. El director lleva años desarrollando una faceta más artística en paralelo a su visión más comercial. Con el TeatroLab se ha dispuesto a la investigación teatral a través del Método Suzuki y la técnica de viewpoints. Sigue leyendo