La verdadera historia de Ricardo III

Calixto Bieito desborda con excesos dramatúrgicos la tragedia de Shakespeare, para dejar que brille Joaquín Furriel en los Teatros del Canal

Foto de Carlos Furman

Pronto a nosotros también sufriremos una escoliosis, aunque sea por pura mímesis. La tragedia de William Shakespeare aspira al trono absoluto de obras hiperadaptadas en nuestra escena. Puedo hacer un somero repaso y fijarme en la versión de Miguel del Arco y Antonio Rojano o de Marco Paiva o de Yolanda Pallín o la particular performance de Sara Beer o la extraordinaria expresión de Joan Carreras en Historia de un jabalí o aquella Lady Anne del año pasado. Por no referirme a la antología trágica que dirigió el propio Calixto Bieito hará un par de temporadas (Erresuma / Kingdom / Reino). No quiero ir más lejos, ni más atrás. Sigue leyendo

Erresuma / Kingdom /Reino

Una antología de atrocidades extraídas de las tragedias históricas de William Shakespeare se presenta en las Naves del Español en Matadero. Un espectáculo carente de hilo conductor y arrojado a la pura provocación de la sangre

ERRESUMA KINGDOM REINO EG CASTELLANO
Foto de Moreno Esquibel

Diría que es mala suerte que el prestigioso director belga Jan Lauwers presentara su Billy’s Violence precisamente en el Matadero hace unos meses. El espectáculo, que giró por algunas ciudades españolas, era una sanguinolenta demostración de las atrocidades que aparecen en las obras de Shakespeare, centrada principalmente en las víctimas femeninas. Ahora Calixto Bieito presenta su montaje Erresuma / Kingdom / Reino para hacer algo muy parecido en fondo y en forma; y, encima, para que lleguemos a la misma conclusión: la violencia por la violencia como arte de la provocación. Una manera de exprimir aún más la naranja mecánica shakesperiana. Y es que, usar al poeta inglés, es, ante todo, una técnica de marketing; una vez nos alejamos de sus escritos y de su época con tanta promiscuidad. Sigue leyendo

Obabakoak

Un elenco montado en bicicleta para esta propuesta deslavazada de Calixto Bieito sobre la novela de Bernardo Atxaga

Foto de E. Moreno Esquibel

No es aquí el lugar para discutir acerca de la calidad literaria de la novela de Bernardo Atxaga, ni de si debe considerarse tal o una colección de veintiséis cuentos que intentan meterse dentro de un marco narrativo, de igual manera que ocurre en Las mil y una noches o en esa tradición de la cuentística mundial (Calila e Dimna o Decamerón). El aspecto esencial de la propuesta que enseña Calixto Bieito es si en algún momento ha pretendido trazar un itinerario mínimamente coherente o si se ha planteado dotar de autonomía escenográfica a cada uno de los relatos. Este montaje es terrible para el espectador y las deserciones parecen del todo justificadas. Entre las máximas de esos cuentos clásicos a los que hacía referencia se encuentra la tradición oral (es decir, información consabida en los pueblos que la trasmiten de generación en generación), el estereotipo (los personajes vienen determinados por rasgos muy concretos) y un contexto que permite comprender la moraleja final. Trasladado esto a escena, implicaría una definición de los personajes, a través de la descripción clara, de un vestuario, de unos atributos, de unas señas en las que pudiéramos apoyarnos para que nuestra imaginación se vaya coloreando y pueda salir de la oscuridad. Sigue leyendo