Duerme bajo las aguas

La primera novela de Carmen Kurtz se adapta teatralmente en un montaje excesivamente breve

Viene este proyecto a ser reverberación de El desconocido, la novela de Carmen Kurtz que se representa exitosamente en la sala pequeña. Su primera obra fue Duermen bajo las aguas, de 1955, uno de esos textos pertenecientes a la segunda generación de posguerra que tocaba con mucho cuidado eventos históricos de las guerras en Europa. Pasó sin problemas la censura. La gran parte del relato aquí contenido es autobiográfico, así que, de esta manera, podremos descubrir los azarosos y terribles avatares de la escritora. La lástima es que la acción se deba concentrar en poco menos de cuarenta minutos. La narración copa la propuesta y hechos que deberían tener una pausa y una recreación transcurren fugaces entre detalles que nos pasan inadvertidos. Por otro lado, resulta original que Sara Mérida haya introducido a dos actrices para conjugar dos tiempos con la protagonista. Verdaderamente así se logra un notable dinamismo y una mayor atracción; pero no se consigue subsanar esa sucesión veloz de los acontecimientos.

Difícilmente vamos a conectar con la Pilar joven, si esta nos habla de amigas y monjas que van desfilando por delante de nosotros como fantasmas. Ainara Orgaz la acoge con seguridad y cierto candor, funciona más como sombra ilusionante de su yo pasado. Todo ese análisis sentimental de las mujeres que tanto estudió en Usos amorosos de la posguerra Carmen Martín Gaite, quien también en el 55 había publicado El balnerario, queda apenas esbozado. En cualquier caso, otro fantasma indefinido es Enrique Villiers, un chico francés que anhela ser militar en las colonias de su patria y que terminará por ser su marido.

Quien lleva el mayor peso del montaje y quien, además, ocupa otros caracteres de esos que atraviesan de improviso, es Rebeca Hernando, ofreciendo una actuación muy firme, muy sólida, imponiendo una seriedad que nos traslada a esa época tan dura de 1939. Tenemos que entender que no se cae en el tremendismo de Laforet en Nada, sino que la posición burguesa de nuestra protagonista beneficia sus salvoconductos y sus posibilidades para la supervivencia. Hablamos de una mujer que ha cumplido los treinta años, que es de Barcelona, y que lleva en sí un hálito de modernidad, de rareza, de cosmopolitismo que le viene de familia. De hecho, el nombre de Pilar le parece de lo más convencional, sin estilo. Hubiera merecido la pena conocer con precisión la influencia de sus dos abuelas, que habían venido de América.

De todas formas, el naturalismo que imprime los sencillos elementos que ha situado Sara Lamadrid en su diseño escenográfico, fundamentalmente, maletones de los de aquellas, sin ruedas, favorece ese concepto de viaje. Primero a Francia y luego a otros lugares y de vuelta a España. Pilar tiene un hijo que debe cuidar en solitario, porque su esposo ha sido atrapado por los alemanes. Estamos en la Segunda Guerra Mundial y esta mujer debe buscarse un trabajo. No tiene una formación específica, aunque sí puede emplear su español para hacer diversas traducciones en la emisión de pasaportes. En esa atmósfera surge la oportunidad de entregarse a un amante que la saque de su cotidianidad. Este se llamará Esteban. Una relación que le permitirá abrirse al mundo, madurar y cuestionarse su propia educación.

Poco más se puede afirmar o criticar de un espectáculo tan escueto. Quizás no ha sido una buena idea trasladar una novela de trescientas páginas de este modo. Si la pretensión es dedicar el Salón de los balcones – Andrea D’Odorico para proyectos de este tipo, que incidan en los autores que se exponen abajo, entonces habrá que atinar con las elecciones.

Duermen bajo las aguas

Autor: Carmen Kurtz

Adaptación y dirección: Sara Mérida

Reparto: Rebeca Hernando y Ainara Orgaz

Escenografía e iluminación: Sara Lamadrid

Vestuario: Alba Roselló

Espacio sonoro: Violeta Marazuela

Ayudante de dirección: Abel Ferris

Producción: La Petite Mort

Teatro Español (Madrid)

Hasta el 14 de diciembre de 2025

Calificación: ♦♦

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