El periodismo de investigación se impone como marchamo en este drama social que se combina con la comedia en el Teatro Valle-Inclán

Si en El peso de un cuerpo, el anterior trabajo de Victoria Szpunberg, que pudimos contemplar en la Sala Francisco Nieva, del CDN, se inmiscuía en el trato degradante a los ancianos enfermos, ahora acomete diversas cuitas también en el ámbito del drama social. De hecho, lo que me resulta más interesante es la crítica a esos programas de investigación que han ido creciendo en las televisiones, muchos de los cuales se han asentado en el sensacionalismo. Porque el resto de capas que se pretenden introducir no terminan de redondearse. Ahora, peor me ha parecido que la comicidad que propicia el relato sobreactuado del padre, Manuel, derive en un caos berlanguiano que luego, encima, se desvanece totalmente. Sigue leyendo

