Milo Rau nos expone a la crueldad de una madre sobre sus hijos en este paralelo con la tragedia de Eurípides

Milo Rau lleva años mostrándonos el horror humano sin ambages, utilizando todas las técnicas dramatúrgicas de nuestro tiempo a su servicio. Su interés no radica en mostrarnos una investigación para esclarecer los hechos. Sus montajes no pertenecen al exitoso género del true crime. Sus propuestas han recalado en España en estas últimas temporadas (Everywoman, Antigone in the Amazon,…); pero está claro que esta pieza se conecta directamente con Five Easy Pieces, puesto que en aquella empleaba infantes y, de alguna manera, por la crudeza. También se dan ciertos elementos de asimilación estética con Familie, que trataba de aquel suicidio grupal, un episodio asimismo chocante. Sigue leyendo

Milo Rau es de los dramaturgos más interesantes del panorama europeo (me interesa). Estuvo en este mismo escenario del Conde Duque la temporada anterior con
Me viene ipso facto El séptimo continente de Michael Haneke. Esta es una película de 1989 y el desenlace y el misterio resultan muy similares a lo que Milo Rau pretende exponernos. O sea, trasladar a escena un paralelo simulado (esto es importante) de aquel suicido grupal que cometió la familia Demeester en Calais allá por el verano de 2007. «Normales» se afirma que eran. La pregunta, entonces, que me interesa responder es: ¿tiene nuestro dramaturgo una historia que contarnos o apenas cuenta con un hecho inexplicable? No querer saber o no poder saber o no poder desentrañar esta estupefacción no quiere decir que no podamos intuir, aunque sea atisbándolo, el sentido de la autodestrucción. En primera instancia, la fuerza del compromiso, que tan potente es en las sectas que se «despeñan» en los suicidios colectivos de hálito trascendente. Algo parecido se puede aseverar de los terroristas suicidas (la incapacidad para decirle «no» al grupo es apabullante) o como en esas reuniones de jóvenes japoneses que hacen quedadas mortales en coches asfixiantes. 


