Medea´s Children

Milo Rau nos expone a la crueldad de una madre sobre sus hijos en este paralelo con la tragedia de Eurípides

Foto de Michiel Devijver

Milo Rau lleva años mostrándonos el horror humano sin ambages, utilizando todas las técnicas dramatúrgicas de nuestro tiempo a su servicio. Su interés no radica en mostrarnos una investigación para esclarecer los hechos. Sus montajes no pertenecen al exitoso género del true crime. Sus propuestas han recalado en España en estas últimas temporadas (Everywoman, Antigone in the Amazon,…); pero está claro que esta pieza se conecta directamente con Five Easy Pieces, puesto que en aquella empleaba infantes y, de alguna manera, por la crudeza. También se dan ciertos elementos de asimilación estética con Familie, que trataba de aquel suicidio grupal, un episodio asimismo chocante. Sigue leyendo

Everywoman

El director y dramaturgo Milo Rau continúa insertando vídeo en sus propuestas teatrales para indagar en la enfermedad y en la muerte

Everywoman - Armin Smailovic
Foto de Armin Smailovic

¿Hasta qué punto estamos fuera de contexto con el planteamiento de Milo Rau? Hace pocos meses disfrutamos de su montaje Antigone in the Amazon, algo bastante más elaborado que esta función en el María Guerrero. Quienes hayan seguido la trayectoria de este director no les extrañará, en absoluto, el uso de vídeos con los que algún intérprete interactúa. Una forma de crear nuevas perspectivas, desde luego; pero también de abaratar costes, acortar distancias (nos ha trasladado de lugares realmente alejados; fijémonos, por ejemplo, en Orestes in Mosul) o, como ocurre de forma muy justificada en el espectáculo que nos compete, para eternizar a una persona que nos ha dejado. Sigue leyendo

Antigone in the Amazon

El clásico griego de Sófocles se imbrica con las luchas sociales de los trabajadores brasileños en este montaje de Milo Rau

Antigone in the Amazon - FotoMilo Rau es de los dramaturgos más interesantes del panorama europeo (me interesa). Estuvo en este mismo escenario del Conde Duque la temporada anterior con Familie. Vuelve a relacionar realidades contemporáneas, gravosas, con las tragedias griegas, como ya realizó con Orestes in Mosul. Creo que esta Antigone in the Amazon alcanza cotas elevadas de tensión y de activismo político. En cualquier caso, pienso que, por el momento, su montaje más insidioso sigue siendo Five Easy Pieces, por encima, también, de Empire. Sigue leyendo

Familie

Milo Rau vuelve a percutir con la polémica al llevar a escena un injustificable suicidio grupal de una familia de clase media

Familie - FotoMe viene ipso facto El séptimo continente de Michael Haneke. Esta es una película de 1989 y el desenlace y el misterio resultan muy similares a lo que Milo Rau pretende exponernos. O sea, trasladar a escena un paralelo simulado (esto es importante) de aquel suicido grupal que cometió la familia Demeester en Calais allá por el verano de 2007. «Normales» se afirma que eran. La pregunta, entonces, que me interesa responder es: ¿tiene nuestro dramaturgo una historia que contarnos o apenas cuenta con un hecho inexplicable? No querer saber o no poder saber o no poder desentrañar esta estupefacción no quiere decir que no podamos intuir, aunque sea atisbándolo, el sentido de la autodestrucción. En primera instancia, la fuerza del compromiso, que tan potente es en las sectas que se «despeñan» en los suicidios colectivos de hálito trascendente. Algo parecido se puede aseverar de los terroristas suicidas (la incapacidad para decirle «no» al grupo es apabullante) o como en esas reuniones de jóvenes japoneses que hacen quedadas mortales en coches asfixiantes. Sigue leyendo

Empire

Milo Rau cierra su trilogía sobre Europa con una propuesta antiteatral donde conocemos la vida de cuatro actores emigrantes

Nos encontramos ante la última parte de una trilogía sobre Europa (sus movimientos, sus ruinas, sus ciudadanos) que el dramaturgo Milo Rau lleva pergeñando en los últimos años, junto a otros proyectos de carácter político como Five Easy Pieces. Y, para empezar, debemos manifestar que la propia mecánica del espectáculo resulta agotadora y desmotivante. Uno está postrado en su butaca durante dos horas marcando la vista (¿algún polígloto en la sala?) en la barra de los subtítulos que se sostienen bajo la pantalla. Texto y más texto. Narraciones, viajes, descripciones. Y texto y más texto. El rechazo consabido del diálogo de cierto teatro postdramático acaba en el uso abusivo del monólogo (o monólogos) que funciona ajeno a otras interacciones. Los actores comparten espacio y experiencias similares; pero parecen vivir en coordenadas temporales diferentes. O, si se quiere, actúan como espectros que han sido convocados para intercalarse en sus alocuciones. Es tal el hieratismo que se impone y la imposibilidad de bajar la mirada (daría igual, pues están quietos en unas sillas), que los intérpretes se convierten en seres prescindibles una vez que su rostro recogido por una cámara es emitido a través de una pantalla (en un frío blanco y negro). No puedo afirmar tajantemente que no estuviera grabado (no lo estaba, pero también daría igual). Empire termina por ser un documental, donde las pocas imágenes que no son aquellas cabezas parlantes podrían perfectamente desaparecer y quedarse en un archivo sonoro, en un podcast que podrías escuchar mientras vas por la calle. Sigue leyendo

Orestes in Mosul

El polémico dramaturgo suizo Milo Rau intenta llamar nuestra atención con una Orestíada prefabricada en vídeo

Foto de Fred Debrock

Me gustaría contar con más obras de Milo Rau para desarrollar una comprensión de su fundamento y entender si en serio su propósito artístico es noble o es otro de esos creadores que quiere epatarnos con el aparataje predispuesto alrededor de un proyecto. Únicamente me puedo referir a Five Easy Pieces, un montaje que reunía muchos de los elementos dramatúrgicos que baraja este artista suizo. Hablamos de deconstrucción, de insertar el proceso de elaboración en la propia obra, de usar temas auténticamente conflictivos y de llevarlos a cabo en confluencia con los audiovisuales. Se puede etiquetar dentro de lo que se conoce como postdrama, para percutir sobre la recursividad del teatro en sí mismo. En Orestes in Mosul se continúa en la misma línea; pero es sorprendente cómo un acontecimiento que viene avalado por toda una serie de procesos de producción genuinamente dificultosos, termine por generar una función bastante modesta. ¿De qué vale que te vayas a un país en guerra para grabar en una ciudad bombardeada con lo que eso supone si las imágenes que vas a obtener no logran empastar con el discurso dramático que quieres emprender? Sigue leyendo

Escena – Fin de temporada 2017-18

Un recuerdo de lo mejor que hemos podido admirar en los escenarios durante este curso

Nuevamente llega la hora de pegar un repaso a esta temporada que, como no podía ser de otra manera, ha dejado obras meritorias destinadas al recuerdo y otras, que nos servirán de contrapunto en su fallo. Me quedaré con las primeras y no haré más escarnio con las segundas; aunque ambas dialogan en el meollo de nuestra escena teatral contemporánea. Se sigue echando en falta menos complacencia con el poder y con los «nuevos» discursos políticamente correctos. El teatro actual, en general, o es pacato o es directamente de un populismo ―muy aplaudido, por cierto―, que daña a la inteligencia. Mostrar, por parte de aquellos que tienen pretensiones, aquello que tu público espera conceptualmente, es una traición a la controversia. De lo poquito que ha destacado en cuanto al cuestionamiento de carácter político ha sido Juegos para toda la familia de Sergio Martínez Vila que, a pesar de que no termina de redondearse, nos deja un poso de inquietud. Sigue leyendo

Five Easy Pieces

Performance metateatral donde siete niños recrean un macabro episodio sobre un pederasta belga

Foto de Phil Deprez

¿Cuál es la materia de esta obra que nos presenta Milo Rau en las Naves del Matadero? ¿El andamiaje de la performance en una vuelta de tuerca más a la metateatralidad, o la recreación del Caso Dutroux, aquel pederasta y asesino que conmocionó a la sociedad belga a finales de los noventa? Desde mi punto de vista, se inclina demasiado hacia la primera opción y eso genera un distanciamiento excesivo sobre el contenido. ¿Porque convendremos en que este espectáculo no es un puro formalismo sobre cómo se monta una función con niños y para ello se utiliza cualquier historia, no? El hecho de emplear chavales entre nueve y trece años ya es en sí un reto; pero, para este asunto, además, una ventaja. Si se equivocan, como así ocurre, tendrán la doble condescendencia del público, primero porque son apenas unos infantes y, segundo, porque no deja de ser un ensayo. Por otra parte, la estructura del montaje es muy clara: un prólogo donde conocemos a los siete aspirantes a actores; donde brota, eso sí, su espontaneidad y esos hechos sobre su propia vida que nos cuelan para romper (o todo lo contrario) más la línea entre la realidad y la ficción. Sigue leyendo