Rapsodia para un hombre alto

Los tres tiros libres de un baloncestista ofrecen siete posibles desenlaces de una historia con trasfondo político

Foto de marcosGpunto
Foto de marcosGpunto

Uno de los elementos más interesantes dentro del arte moderno es el de la incertidumbre. A Félix Estaire le motiva tanto el concepto que mientras a pocos kilómetros de distancia alguien del público decide cuál de las parejas (estas se conforman de manera distinta cada día) es la ganadora en la versión de Danzad malditos, aquí en el María Guerrero un joven baloncestista se enfrenta a tres tiros libres decisivos para el desenlace de un partido trascendentalmente personal. ¿Cuántas canastas encestará en cada función? Siete finales son posibles y, aunque, apenas ningún espectador vaya a contemplarlos, el solo hecho de que asistamos a un momento crucial en sentido estricto, bien vale la tensión que se genera; y esto es un punto a su favor. En el primer acto se plantean todas las cuestiones acerca de las decisiones vitales, de la necesidad de tomar partido, pero todo ello de una forma conceptual y epistemológica, sin centrarse en nada concreto. Es luego, según avanza la obra, cuando se introducen contextos históricos más determinados que nos remiten a la extinta Yugoslavia, a la guerra, a la vida de jugadores como Vlade Divac y su amistad rota con Petrovic. Serbia contra Croacia. Mientras, se lanza el primer tiro (en mi caso, encestó), y la presencia del padre da pie al cuestionamiento lógico del absurdo de las fronteras, de las banderas, de la manipulación política. En una de las reflexiones el público aceptará que la referencia a Cataluña es una evidencia absoluta. Poco más se puede afirmar de la trama, puesto que únicamente la muñeca del protagonista determinará su devenir. Sigue leyendo

Mujeres y criados

Se representa por primera vez la recientemente descubierta obra de Lope de Vega

Mujeres y criados - FotoEs un verdadero acontecimiento que se «haya descubierto» una nueva obra de Lope. La labor que ha realizado el investigador Alejandro García-Reidy sobre el manuscrito que se encontraba en la Biblioteca Nacional desde el siglo XIX ha resultado esencial. Este hecho contribuye a ampliar el conocimiento acerca de nuestro mejor dramaturgo y nos permite disfrutar, gracias a la edición que se ha elaborado de esta obra, de su lectura. Ahora, además, podemos asistir a su representación. El valor patrimonial de este suceso es incuestionable. Sigue leyendo

Otelo

El Teatro Bellas Artes acoge una de las grandes obras del Shakespeare madurootelo-eduardo-vasco

Una de las obras de Shakespeare más definidas en su argumento, más claras en la construcción y, también, más sencillas en la trama es Otelo. Esto nos debe servir para que fijemos nuestra atención en el cinismo de vaivén que profiere Yago, quien verdaderamente ejerce de antagonista abyecto y persuasivo, además de poseer los mimbres que desencadenan toda la tragedia. La presencia en escena de Daniel Albadalejo (ya lo disfrutamos anteriormente en La lengua en pedazos) como el moro de Venecia y de Arturo Querejeta como Yago en una pulsión de fuerzas memorable, nos puede llevar a imaginar que tan solo ellos llevan la obra, con esa transformación tan dinámica y redonda de sus personalidades. Su energía dramática es tal que, en cierta medida, eclipsan al resto del reparto, entre los que destaca Lorena López como Emilia (mujer de Yago) y Fernando Sendino como Casio. La codicia, el alcohol, la astucia, el impulso por medrar y la envidia se muestran en una escenografía sencilla donde unas enormes puertas a modo de retablo se alzan al cielo desde el mismísimo centro, mientras la música es interpretada al piano con gran coherencia trágica por Ángel Galán. Además, el vestuario de Lorenzo Caprile, en verdad elegante y favorecedor, fundamentalmente en los hombres, pertrechados por casacas negras nada ampulosas. Elementos que favorecen el desenvolvimiento del gran Yago y el enorme Otelo quienes en varias ocasiones se aproximan hacia el público sentados en las escaleras a dictar sus meditaciones, sus verdaderas intenciones, sus miedos, sus tretas, logrando una comunicación superior.  Sigue leyendo