Debate

El diputado Toni Cantó nos acerca las habituales componendas previas a un debate político

Debate - Foto«Casi todo lo que aquí se cuenta sucedió en alguno de los debates celebrados en la historia de nuestra democracia», comenta Toni Cantó en el programa de mano; y luego remata: «Las conclusiones, de ustedes». Las mías van al final de este texto. Cuando se pregunta sobre los criterios que se deben aplicar a la hora de juzgar una obra desde la crítica teatral, uno de ellos debe ser la consideración por la inteligencia del respetable (básicamente para que este siga siéndolo). Esa consideración radica fundamentalmente en que a un público adulto no se le dan explicaciones desde las tablas y, después, que no se le puede dar gato por liebre. Aquí el dramaturgo nos presenta los entresijos que transcurren en las bambalinas de un plató. Los números dos de los partidos rojo y azul (o los jefes de campaña, según se interprete) negocian tiempos, temas, enfoques de cámara, turnos y todas esas cuestiones fundamentales de la comunicación. El tono, desde el inicio, es manifiesto: ambos llevan el cinismo anudado a los dientes. Ambos venden todo el pescado enseguida. En un intento por emular a David Mamet o esas películas americanas tipo Los idus de marzo, Cantó pretende evidenciar la corrupción del sistema; si por un instante parece que se guardan alguna carta, enseguida vemos que son grotescamente zafios y que no se resisten a sacar espuma por la boca. En la bancada azul tenemos a Pepe Ocio, un actor que salva los platos del desaguisado, ofrece fuerza, soberbia y credibilidad, y se mueve con la chulería de un tipo que se sabe ganador. Enfrente se topa con Philip Rogers, al que le falta mayor agilidad en sus intervenciones y algo de gancho para que su papel sea creíble, y no sea vencido con tanta facilidad por su adversario. El punto que debería ser discordante, pero que se presenta como una corderita enfurruñada, es Marta Flich. Aquí es donde no damos crédito. En un primer instante, carpetas bajo el brazo, parece una secretaria pendiente de concretar ciertos flecos, pero, luego, resulta que es una periodista (suponemos que con algo de prestigio para estar donde está) a la que le concederán el privilegio de moderar el evento. ¿En quién se habrá basado el señor Cantó? La lástima es doble, porque el personaje está por hacer, le faltan matices, es inverosímil, no tiene personalidad, es un simple muñeco de trapo y, además, la actriz se muestra demasiado clavada en el escenario, sin capacidad física de réplica y con un gesto de seriedad y enfado que mantiene durante toda la función. En el devenir de los dos debates que se celebran y a los que asistimos de oídas, atendemos a todo tipo de explicaciones sobre funcionamiento del sistema, de la erótica del poder, de las ínfulas caciquiles de los mandamases y, todo ello, en diálogos algo artificiales. Primeramente porque es ridículo explicar cómo funcionan las cosas a alguien que sabe perfectamente cómo funcionan las cosas y, segundo, porque el cuidado que ha tenido el dramaturgo de no incluir ningún nombre propio lleva al uso de circunloquios como «tu candidato», «el que estuvo en la oposición», «el partido que gobierna», etc. Con este contenido, al menos se podría esperar una forma atrayente, pero nos encontramos con que apenas hay planteamiento, nudo y desenlace. ¿Qué opinarían los cuatro periodistas de televisión que llegué a atisbar entre las gradas de la Sala Negra de los Teatros del Canal? ¿Es noble, por parte del diputado, presentar este panfleto sobre lo malos que son los de la «vieja política», e invitar a Albert Rivera a un encuentro posterior con el público? La conclusión, ahora que estamos a punto de entrar en campaña electoral, es que nosotros, el público, debemos darnos cuenta de que el sistema está podrido, y él nos ha querido revelar el secreto. Lo ha hecho por nosotros, por los Ciudadanos.

Debate

Autor y director: Toni Cantó

Reparto: Pepe Ocio, Philip Rogers y Marta Flich

Productor ejecutivo: Bernabé Rico

Ayudante de dirección: Daniel de Vicente

Diseño de iluminación: José Manuel Guerra

Diseño de escenografía: Curt Allen Wilmer

Ayudante de escenografía: Jara Belmonte

Fotografía y diseño de cartel: Sergio Parra

Distribución: Pentación

Teatros del Canal (Madrid)

Hasta el 22 de mayo de 2016

Calificación: ♦

Texto publicado originalmente en El Pulso.

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