Álvaro del Amo transforma la película Amantes de Vicente Aranda en una obra teatral llena de poesía erótica

Es imposible abstraerse y dejar de lado el film de Vicente Aranda (ganadora del Goya a Mejor Película en 1991) y no recordar a su elenco: Jorge Sanz, Maribel Verdú y Victoria Abril (premiada por este trabajo en el Festival de Berlín). Pero pronto la escenografía montada por Paco Azorín te absorbe y te lleva dentro de un espacio partido en dos: un cielo en el que habita, limpiando con alegría y resignación en la casa de un coronel, Trini, que Natalia Sánchez encarna someramente, con timidez, con excesivo pundonor angelical y quizás poco representativa de una muchacha de provincias llegada a Madrid en pleno franquismo; del otro lado de la mesa que cruza en perpendicular el escenario, se incendia el drama, la tentación, un lugar alimentado por el deseo y la provocación de Marta Belaustegui dando vida a Luisa. Es ella, precisamente, quien marca el ritmo, la que domina el tira y afloja, la que embauca y la que nos regala los mejores versos en los momentos donde el erotismo se desborda, y su iniciativa va cobrando forma y poder. En esa tensión, en ese purgatorio inocentón, imberbe e inexperto se sitúa Marc Clotet, Paco, quien ofrece la energía física y su derrota ante una manzana que inevitablemente debe morder. Así va procediendo el trío, entre ofrecimientos carnales y monetarios, entre sueños futuros con el cántaro de leche en la cabeza y la seguridad de un placer inusitado y perpetuo, pero en un mundo de timos y estafas propicias para la supervivencia. Paco, es, en definitiva, un pobre tonto enamorado sin mayor iniciativa, bamboleado por dos mujeres que buscan su vía de escape en una España donde salir adelante sin un hombre se tornaba una labor ardua. El color de las luces va cambiando, una alacena simboliza la tradición, la costumbre y el cuidado; en el otro extremo, un arcón remite a lo intemporal, al viaje, a las gentes de paso. Suena la lluvia, la música cubre los jadeos de las dos amadas y el dilema tensa la cuerda. La solución no es fácil, ni mucho menos, pero ya no hay vuelta atrás. Álvaro del Amo nos conduce con su apropiada dirección hasta un desenlace que nos deja una estampa imborrable de dramaturgia, una paradójica piedad, el triunfo de la inmoralidad o de la pasión o de la locura, finalmente. Los tríos siempre están condenados por las ansias y el ímpetu desbordante; y en este caso ni siquiera la balanza está en las manos de un hombre maduro capaz de arder sin llegar al desfallecimiento de la razón.
Amantes
Basada en un guion cinematográfico de Carlos Pérez Merinero, Vicente Aranda y Álvaro del Amo
Dramaturgia y dirección: Álvaro del Amo
Reparto: Marta Belaustegui, Marc Clotet y Natalia Sánchez
Escenografía: Paco Azorín
Teatro Valle-Inclán (Sala Francisco Nieva) (Madrid)
Hasta el 23 de febrero de 2014
Calificación: ♦♦♦♦
Texto publicado originalmente en El Pulso.
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