Un dios salvaje

La comedia de Yasmina Reza sobre las disputas entre parejas burguesas cambia de elenco para acomodarse nuevamente en el Teatro Alcázar

Foto de Nacho Peña

Regreso al Teatro Alcázar para comprobar cómo le ha pasado el tiempo a esta obra de Yasmina Reza (también célebre por Arte, que no para de sumar adaptaciones), despúes de que la estrenaran en 2008. Cambio de elenco y, por lo tanto, cambio de tono interpretativo. Sería mucho dirimir sutilezas en cada momento, y sería bastante subjetivo aseverar si preferimos a unos u a otros. Aunque he de reconocer que la pareja Aitana Sánchez-Gijón y Antonio Molero me encaja más que Millán-Lumbreras (no solo por la altura). Por otro lado, Clara Sanchis le aporta a su papel un sesgo más extravagante ─como veremos─, muy alejado de la finura aniñada de Maribel Verdú. El resto es idéntico. Sigue leyendo

Conspiranoia

El texto de Jordi Casanovas y Marc Angelet elaboran una comedia burguesa convencional donde apenas se inmiscuyen por vericuetos complejos

Conspiranoia - FotoEl problema fundamental de los conspiranoicos es que van abrazando teorías peregrinas hasta que estas implican cambios en su modo de comportamiento, en su alimentación, en el uso de la tecnología o en el cambio de su voto hasta llegar a un atisbo de locura: la evidente paranoia que consiste en pensar que toda la realidad es un complot. El tema da para muchísimo; porque el asunto se ha sofisticado de una manera inasumible hasta el punto de que nuestras más sensatas creencias pueden quebrarse. Sigue leyendo

Berlín, Berlín

Una comedia vodevilesca en los días previos a la caída del muro de Berlín, dirigida por Gabriel Olivares

Berlín, Berlín - FotoDespués de que la versión de Ser o no ser, dirigida por Juan Echanove, recorriera exitosamente España en los últimos años, parece que se nos mantiene en la retina cuando la comparamos con esta Berlín, Berlín, de los franceses Patrick Haudecoeur y Gérald Sibleyras. Desde luego, esta última sale peor parada y uno debe situarse en lo que supone el humor francés en general. Es verdad que tenemos a gente como los Chiens de Navarre deambulando por territorios más salvajes (véanse No todo el mundo puede ser huérfano o La vida es una fiesta); pero lo cierto es que nuestros vecinos se manejan con una blancura y un tono naíf que uno apenas tiene ganas de reírse con tanto tópico inofensivo, incluso para las guardias inquisitoriales que hoy asolan nuestra sociedad. Sigue leyendo