Pere Arquillué es capaz de sublimar el texto firmado por Josep Maria Miró, una concatenación de monólogos entorno a un crimen
Regresa Josep Maria Miró al Teatro de La Abadía, a esa misma sala donde cosechó su gran éxito El principio de Arquímedes. Dirige Xavier Albertí, quien también ha estado manejando los hilos en los Teatros del Canal con En mitad de tanto fuego. Grandes similitudes en la dramaturgia. Un solo actor se debe enfrentar a nosotros con todas las voces y evocaciones. Asuntos muy distintos o, quizás, no tanto. Lo que aquí se presenta posee algún elemento de Rasgar la tierra, por aquello del ambiente rural. A mí, en alguna medida, me ha recordado a Dogville, de Lars von Trier. Como también a Perros del paja o As bestas. Un chico ha sido asesinado y poco a poco nos vamos inmiscuyendo en esos odios acendrados que surgen en algunas sociedades cerradas, donde los vecinos van trazando rencillas demasiado agónicas. Sigue leyendo


