El texto de Jordi Casanovas y Marc Angelet elaboran una comedia burguesa convencional donde apenas se inmiscuyen por vericuetos complejos
El problema fundamental de los conspiranoicos es que van abrazando teorías peregrinas hasta que estas implican cambios en su modo de comportamiento, en su alimentación, en el uso de la tecnología o en el cambio de su voto hasta llegar a un atisbo de locura: la evidente paranoia que consiste en pensar que toda la realidad es un complot. El tema da para muchísimo; porque el asunto se ha sofisticado de una manera inasumible hasta el punto de que nuestras más sensatas creencias pueden quebrarse. Sigue leyendo


