El dios de la juventud

Alma Vidal expone sus cuitas generacionales en una dramedia caótica en el Teatro Pavón

Otra vez que una dramaturga del siglo XXI no renunciará a los mecanismos artísticos trillados de nuestro presente (que vienen de hace ya tanto). A saber: mucha metaliteratura en el modo de mostrar el work in progress, los tintes autoficcionales y mucho yoísmo hasta el punto de situar como protagonista a un dramaturgo. Déjenme repasar únicamente propuestas del mismo estilo en el último mes: De Nao Albet y Marcel Borràs, Las apariciones y, de forma más convencional, Goteras. Es una tendencia que dura demasiados años. Y una tendencia no puede ser un arte. Sigue leyendo

Vulcano

El periodismo de investigación se impone como marchamo en este drama social que se combina con la comedia en el Teatro Valle-Inclán

Foto de Bárbara Sánchez Palomero

Si en El peso de un cuerpo, el anterior trabajo de Victoria Szpunberg, que pudimos contemplar en la Sala Francisco Nieva, del CDN, se inmiscuía en el trato degradante a los ancianos enfermos, ahora acomete diversas cuitas también en el ámbito del drama social. De hecho, lo que me resulta más interesante es la crítica a esos programas de investigación que han ido creciendo en las televisiones, muchos de los cuales se han asentado en el sensacionalismo. Porque el resto de capas que se pretenden introducir no terminan de redondearse. Ahora, peor me ha parecido que la comicidad que propicia el relato sobreactuado del padre, Manuel, derive en un caos berlanguiano que luego, encima, se desvanece totalmente. Sigue leyendo

Luces de bohemia

Eduardo Vasco le ha restado melancolía a su adaptación de este clásico para trazar un espectáculo disfrutable

Luces de bohemia - Foto de Javier NavalSomos afortunados de poder asistir a un espectáculo teatral con un elenco de veinticinco intérpretes. En la versión de Lluís Homar no se llegó tan lejos y, en la más reciente de Sanzol para el CDN, el cariz fue bastante austero. Pero, ante todo, tenemos delante de nosotros un montaje novedoso. Sigue leyendo

Blast

El Teatro María Guerrero es ocupado por un atisbo de performance juvenil para insistir en las consabidas quejas de las nuevas generaciones

Blast - Foto de Luz Soria
Foto de Luz Soria

Teatro en Vilo ha completado su involución con este espectáculo. Con su montaje Man Up ya nos puso en la pista de que estaban abrazando con fuerza el cosmos woke; pero el desenfreno payasesco que le insuflaba Noemi Rodríguez salvó aquella espeleología absurda de las nuevas masculinidades. Ahora, nuestras creadoras han hecho un casting entre 970 almas menores de 26 años y, oh, sorpresa, han hallado —no les habrás costado mucho— el elenco multidiverso, multifactorial y multivictimista para responder en escena a la siguiente pregunta: «¿Es posible cambiar el mundo desde un escenario?». Créanme, ni siquiera lo intentan. Sigue leyendo