Música y mal

Lola Blasco nos invita a explorar su melomanía a través de varias piezas clásicas, creadas por compositores repletos de máculas morales

Música y mal - Foto de José María Sánchez Moral
Foto de José María Sánchez Moral

Ante una propuesta en aparente tan directa y con título tan elocuente, uno puede situarse desde diferentes posturas, pues si la autora es capaz de tomar distancia —muy irónica, como vamos a ver—, más distancia podemos tomar nosotros como espectadores. El montaje es breve y uno se queda con ganas de más, pues la selección musical es excelente, tanto como su intérprete, el pianista Alexis Delgado Búrdalo; además de que la estructura de vasos comunicantes que se bosqueja, con aire falsamente espontáneo delante de nosotros, nos introduce por vericuetos en los que se aúna de forma desequilibrada la estética y la moral, la historia y el costumbrismo, el misterio y el arte, la música y la palabra, la intimidad y el erotismo. Podría seguir. Lola Blasco, que no hace tanto nos mostró su Siglo mío, bestia mía, y que tiene por ahí rondando su En palabras de Jo… Mujercitas, que dirige Pepa Gamboa, la cual echa también aquí una mano en la dirección, en este trabajo personalísimo. En uno de los enfoques que podemos considerar quizás debe estar la sospecha de ese prurito cristiano —y ahora tan posmoderno—, de la culpa, del afán pietista por el pecado, y por la incapacidad para integrar el mal en la concepción de Dios. Sigue leyendo