Imanol Arias y María Barranco protagonizan esta comedia burguesa sobre la libertad de expresión escrita por la francesa Salomé Lelouch

El moralismo burgués de los franceses viene de lejos. Por lo menos, desde la Ilustración, cuando sus philosophes pretendieron desde la exquisitez de sus salones aleccionarnos sobre el bien y el mal. Desde aquellas, ese género teatral de corte neoclásico nos ha pretendido educar sobre esto y aquello sin enfangarse en absoluto. Me viene a la cabeza alguna de estas bagatelas procedentes del país vecino como Serlo o no, de Jean-Claude Grumberg que nos trajo el afrancesado Flotats. Es el marchamo de aquella cultura, con su humor infantil y con la manera tan higiénica de ponerse estupendo. Sigue leyendo

