Fernando Gil impone su protagonismo histriónico en esta adaptación de la obra de Lars von Trier dirigida por Ricardo Hornos
Foto de Pablo Lorente
Cualquiera que haya visto la película de Lars von TrierEl jefe de todo esto, presentada en 2006, quedará patidifuso con el tono adoptado en esta versión que firman Ricardos Hornos ─responsable de la dirección─ y Fernando Gil ─máxime protagonista, demasiado, diría─. Y de esto va el asunto, del tono propiciado. Porque el director danés, más allá de sus experimentos cinematográficos con su «automavisión», permea su comedia de una pátina de acibarado sarcasmo que la vuelve más inteligente. Sigue leyendo →
La directora Christiane Jatahy no aprovecha las virtudes estéticas de la película Dogville, de Lars von Trier en esta adaptación deconstructiva
Foto de Magali Dougados
Aceptaremos que Christiane Jatahy cinematografía en el teatro una de las películas más teatralizadoras (a mí también me fascina La comuna, Peter Watkins) de la historia del cine. Uno se pregunta si sencillamente (y esto hubiera supuesto una comprensión de las complejidades internas del argumento en relación a la estética) la dramaturga hubiera trasladado la película Dogville con los procedimientos similares a los del film. Pero como ya ocurrió en la última propuesta que nos presentó Jatahy el año pasado (O agora que demora), parece empeñada en no meterse a fondo en sus propias obras, en discurrir por los márgenes, en darle más importancia al marco que a la pintura, en insistirnos, artísticamente en sus técnicas y en reforzar de manera insolente sus proclamas políticas que, por muy loables que sean, nos merecemos como espectadores un trato más maduro y lógico con nuestra propia forma de entender una obra de arte. Sigue leyendo →
Fernando Soto no logra ofrecer una función solvente para la adaptación de la célebre película de Lars von Trier
Foto de David Ruiz
Todo un atrevimiento llevar a las tablas esta película con la que Lars von Trier ganó, entre otros premios, la Palma de Oro de Cannes en 2000 y que nos descubrió las capacidades dramáticas de Björk. Un film verdaderamente impresionante, conflictivo y que aúna mundos disímiles como los musicales hollywoodienses y la lucha de una madre por salvar la vista de su hijo. Además de abordar múltiples temas como el abuso laboral, la xenofobia o la pena de muerte. Creo que Fernando Soto se ha puesto al frente de un proyecto que es más ambicioso sobre el papel que en su factura. Este Bailar en la oscuridad se presenta con una producción endeble en varios sentidos. Por un lado, no contar con los derechos para interpretar la música creada por la cantante islandesa es un hándicap que difícilmente se puede superar, pues en el imaginario del espectador resuena tanto su voz como su estilo. Por otra parte, querer emular algunas de las coreografías con tan solo seis actores, donde parece que solo uno tiene verdaderas habilidades dancísticas, termina por ser poco vistoso y deslucido. Además de todo ello, cuando se pretende adaptar un filme que dura más de dos horas al lenguaje teatral ―siempre y necesariamente todo más lento― a la hora y cuarenta minutos, el argumento y la trama no logran redondear a los personajes en una historia que intenta concentrar diferentes capas. Por si fuera poco, nos encontramos con un elenco al que todavía le falta rodaje y con un sonido terrible ―la sala y la escenografía no ayudan. Sigue leyendo →