La señorita de Trevélez

Juan Carlos Pérez de la Fuente dirige una versión extendida de este drama grotesco de Carlos Arniches en el Teatro Fernán Gómez

Foto de Luiscar Cuevas

¿Cómo darle aire renovado a este drama de Arniches sin caer en el rancio costumbrismo? Pues dándole una estética más sofisticada que logre, incluso, aproximarse a la sicodelia de los años sesenta y a esos reconocidos guiños a la película La naranja mecánica, de Stanley Kubrich (no faltan bombines y bastones); aunque de una manera más modesta en la acción, efectivamente. En gran medida, uno se pone en la tesitura de todos esos que han pasado por una residencia de estudiantes y han tenido que pasar el trago de las novatadas, muchas de las cuales han llegado a límites insostenibles. Sigue leyendo

Los gatos mueren como las personas

Dan Jemmett nos entrega en el Teatro Valle-Inclán una propuesta insoportable a través de Fassbinder y Heiner Müller

Los gatos mueren como las personas - Foto de Luz Soria
Foto de Luz Soria

Vuelta y revuelta al consabido mecanismo del teatro dentro del teatro. Otra vez una de esas obras que ya no epatan ni a los exquisitos teatreros. Ni siquiera se logra en esta ocasión la imbricación entre las obras puestas en marcha. La multiplicación queda en división. Si se pretendía colar en la emulación de un film setentero un clásico del siglo XX, sobre una del XVIII, para lograr una tercera performance, lo cierto es que nos quedamos a medias de muchas cosas. Cuando menos, el espectador saldrá desconcertado; aunque, seguramente, muchos huirán infectados por el tedio. Sigue leyendo

Valor, agravio y mujer

El Teatro de la Comedia acoge por primera vez esta obra de la dramaturga áurea Ana Caro de Mallén con la dirección de Beatriz Argüello

Valor, agravio y mujer - Foto de Sergio ParraDe gran importancia para el seguro asentamiento de la dramaturga Ana Caro de Mallén es la investigación que ha realizado Juana Escabias, quien ha recabado toda la información disponible para ofrecernos una biografía tan fascinante a la que no ha sido fácil acceder. Pero la cuestión no debe ser tanto si esta obra que aquí se presenta en el Teatro de la Comedia —ya tuvo una puesta en escena allá por el 2019 a cargo de la Fundación Siglo de Oro— vale porque una escritora del siglo áureo la firme; sino porque posee calidad en sí misma. Y sí, podemos declarar que es una comedia bien compuesta; aunque poco original, pues enseguida detectamos la influencia de Don Gil de las calzas verdes, de Tirso de Molina. Y, si seguimos con alguna pega más, pues se podría aseverar que en el juego de los enredos se exprime un tanto la acción en cuanto que podría revelarse la treta algo antes. Sigue leyendo

El mago

Juan Mayorga firma y dirige esta obra sin fundamento ni enjundia sobre una mujer hipnotizada

Foto de marcosGpunto

Cuesta creer que un autor como Juan Mayorga considere que su nuevo texto está listo para subir a las tablas. Si no fuera porque es un dramaturgo experimentado y exitoso, diríamos que El mago está firmado por un bisoño. ¿Qué se ha pretendido plasmar en esta comedia? En principio, nada trascendente y tampoco nada entretenido. Contamos con Nadia, una mujer que acaba de llegar a casa y, por lo visto, ha sido hipnotizada en un espectáculo de magia. A partir de ahí, al espectador se le envuelve con toda una serie de explicaciones de cada situación que va ocurriendo. Por ejemplo, dar por hecho ―y convertirlo en un hilo narrativo del que tirar―, que ella (una doble, se supone) permanece aún en aquella función, subida a un estrado, junto a otras dos chicas; mientras ejecuta todas las instrucciones del hipnotista y que la susodicha materializa disciplinadamente y por duplicado. La coyuntura se alarga con diversas cuestiones paradójicas y fantasiosas, evidentemente, que se encauzan por los derroteros de un absurdo suave y que debería provocar la carcajada. No es así, puesto que cada paso está flanqueado por diálogos que pretenden justificar lo que vemos ―por increíble que sea―, en lugar de permitir su vuelo y su agilidad. Sigue leyendo

Numancia

Pérez de la Fuente amplifica la historia de los numantinos con un espectáculo que mira a nuestro mundo actual

Numancia - FotoEn general, los estudiosos del teatro cervantino «salvan» los Entremeses y esta obra que aquí tenemos, titulada Numancia o Cerco de Numancia o La destrucción de Numancia, que pudo tener en su momento tres actos (algo novedoso para la época), pero que el texto que manejamos lleva cuatro jornadas. El argumento consabido daría como mucho para un episodio; es grandiosa y significativa la anécdota de los numantinos, pero cuesta imaginársela como relato autónomo y consistente. Precisamente por este hecho, la versión que nos presenta Juan Carlos Pérez de la Fuente podría recortarse leventemente con tal de no extender un acontecimiento ejemplar, que por falta de personajes individuales con los que identificarse debe sobredimensionarse estéticamente mediante manifestaciones alegóricas. Sigue leyendo