Juan Carlos Pérez de la Fuente dirige una versión extendida de este drama grotesco de Carlos Arniches en el Teatro Fernán Gómez

¿Cómo darle aire renovado a este drama de Arniches sin caer en el rancio costumbrismo? Pues dándole una estética más sofisticada que logre, incluso, aproximarse a la sicodelia de los años sesenta y a esos reconocidos guiños a la película La naranja mecánica, de Stanley Kubrich (no faltan bombines y bastones); aunque de una manera más modesta en la acción, efectivamente. En gran medida, uno se pone en la tesitura de todos esos que han pasado por una residencia de estudiantes y han tenido que pasar el trago de las novatadas, muchas de las cuales han llegado a límites insostenibles. Sigue leyendo

De gran importancia para el seguro asentamiento de la dramaturga Ana Caro de Mallén es la investigación que ha realizado Juana Escabias, quien ha recabado toda la información disponible para ofrecernos una biografía tan fascinante a la que no ha sido fácil acceder. Pero la cuestión no debe ser tanto si esta obra que aquí se presenta en el Teatro de la Comedia —ya tuvo una puesta en escena allá por el 2019 a cargo de la Fundación Siglo de Oro— vale porque una escritora del siglo áureo la firme; sino porque posee calidad en sí misma. Y sí, podemos declarar que es una comedia bien compuesta; aunque poco original, pues enseguida detectamos la influencia de Don Gil de las calzas verdes, de Tirso de Molina. Y, si seguimos con alguna pega más, pues se podría aseverar que en el juego de los enredos se exprime un tanto la acción en cuanto que podría revelarse la treta algo antes. 
