Luis Sorolla y David Boceta envuelven a Calderón de la Barca en el contexto de la consabida imposición del relato con una tragedia poco representada
Apenas se ha representado esta tragedia histórica de Calderón de la Barca —una propuesta de la RESAD, donde participó David Boceta, y nada más que se sepa—, que la Compañía Nacional de Teatro Clásico, con esta hornada de jóvenes repescados de diferentes de distintas promociones —reconozcamos que la coyuntura hace de esta idea algo muy conveniente y con sentido—, pretende entroncar el tema romano que vertebra, de algún modo, la temporada (Antonio y Cleopatra, Numancia y Lo fingido verdadero). Sigue leyendo