Julián Fuentes Reta pone a funcionar el mecanismo brutal pergeñado por el sueco Lars Norén sobre las relaciones de pareja
Estamos bastante acostumbrados a las obras que reflejan el sempiterno tema del enfrentamiento de parejas y su acuciante prurito envidioso de lanzarse a la competición furibunda. Los ejemplos más cercanos en el tiempo pueden ser Los vecinos de arriba, de Cesc Gay y Un dios salvaje, de Yasmina Reza. Si a priori uno puede concebir que el esquema sobre el que se apoya Demonios es el prototípico; luego comprende que su deriva es de una radicalidad que aquí aplaudimos. El texto de Lars Norén es un desbarre de sinceridad que se agolpa en el multidiscurso simultáneo: la conciencia de cada personaje, los modos cívicos de comportamiento, los deseos imperiosos, las pulsiones ocultas y el juego de las apariencias tienen cabida en unos diálogos donde una sola frase puede comenzar por: «Sí, quiero whisky, gracias»; continuar con: «hace años que no vamos al cine»; y terminar con: «eres un hijo de puta». Sigue leyendo →