María Heredia hace suyo el texto esotérico de Valle-Inclán para configurar un espectáculo de corte surrealista

La temporada anterior Pedro Casablanc se invistió de Ramón Gómez de la Serna para recrearnos la biografía estupefacta y fantasiosa de Don Ramón María del Valle-Inclán. En esa ocasión, a través de un ritmo desenfrenado y cabaretero el espectáculo parecía subsumirse al estrafalario personaje. Ahora, en el Salón de los Balcones, en paralelo al Luces de bohemia de la Sala principal, parece que la directora y versionista de este asunto, María Heredia, se ha dejado llevar por otros espíritus, por la magia circense del ramonismo, por el ilusionismo, por el surrealismo de Magritte y las obsesiones temporales de Dalí, por el baile sincopado y sicodélico de Bob Fosse; y por toda una serie de vericuetos que llaman la atención; pero que se alejan de la espiritualidad a la que hace referencia en su libro nuestro célebre dramaturgo. Sigue leyendo
Ya se dio cuenta en 2019 en las tablas del Corral Cervantes de