El dios de la juventud

Alma Vidal expone sus cuitas generacionales en una dramedia caótica en el Teatro Pavón

Otra vez que una dramaturga del siglo XXI no renunciará a los mecanismos artísticos trillados de nuestro presente (que vienen de hace ya tanto). A saber: mucha metaliteratura en el modo de mostrar el work in progress, los tintes autoficcionales y mucho yoísmo hasta el punto de situar como protagonista a un dramaturgo. Déjenme repasar únicamente propuestas del mismo estilo en el último mes: De Nao Albet y Marcel Borràs, Las apariciones y, de forma más convencional, Goteras. Es una tendencia que dura demasiados años. Y una tendencia no puede ser un arte. Sigue leyendo

Valor, agravio y mujer

El Teatro de la Comedia acoge por primera vez esta obra de la dramaturga áurea Ana Caro de Mallén con la dirección de Beatriz Argüello

Valor, agravio y mujer - Foto de Sergio ParraDe gran importancia para el seguro asentamiento de la dramaturga Ana Caro de Mallén es la investigación que ha realizado Juana Escabias, quien ha recabado toda la información disponible para ofrecernos una biografía tan fascinante a la que no ha sido fácil acceder. Pero la cuestión no debe ser tanto si esta obra que aquí se presenta en el Teatro de la Comedia —ya tuvo una puesta en escena allá por el 2019 a cargo de la Fundación Siglo de Oro— vale porque una escritora del siglo áureo la firme; sino porque posee calidad en sí misma. Y sí, podemos declarar que es una comedia bien compuesta; aunque poco original, pues enseguida detectamos la influencia de Don Gil de las calzas verdes, de Tirso de Molina. Y, si seguimos con alguna pega más, pues se podría aseverar que en el juego de los enredos se exprime un tanto la acción en cuanto que podría revelarse la treta algo antes. Sigue leyendo

La margarita del Tajo que dio nombre a Santarén

Una sencilla versión sobre esta tragedia, escrita por Ángela de Azevedo, que da cuenta de la vida de santa Irene

Ante todo, creo que es muy loable que una compañía joven como Los Martes, No lleve esta obra tan desconocida a las tablas. Pues hablamos de una comedia de santos de la portuguesa Ángela de Azevedo, de quien apenas se conocen datos sobre su vida. Sencillamente, sabemos que vivió durante el siglo XVII, que estuvo al servicio de Isabel de Borbón y que escribió otras dos obras más. Lo cierto es que La Margarita del Tajo nos muestra una situación brutal basada en la hagiografía de santa Irene de Tancor (ca. 635 – 653) y que, como bien explica el título, dio nombre a la ciudad, próxima a Lisboa, de Santarén. Por otra parte, esa inquina se hace más evidente por la adaptación que han llevado a cabo María Gregorio y Anaïs Bleda; pues el argumento queda reducido a una serie de acciones directas y con muy pocos recovecos, que hubieran hecho falta para redondear a los personajes fundamentales. Y no porque la propia tragedia contenga muchos papeles (apenas se han quitado unos pocos); pero la ambientación es algo pobre ya que no se da tiempo para madurar ciertas situaciones. Esto se percibe en la introducción. Unos largos minutos entre las ondas del río sobreimpresionadas en la pantalla más la representación casi mímica de encuentros fortuitos que pueden dejarte sin asidero. Resulta confuso ese entrar y salir de individuos aún sin identificar. Sigue leyendo