Coriolano

Antonio Simón cuenta con un buen elenco para dirigir esta tragedia de Shakespeare en los Teatros del Canal

Coriolano – Foto de Jero Morales

Si a principio de temporada daba cuenta de la versión contemporánea ofrecida por Emilio del Valle, ahora llega la mirada más ajustada al original de Antonio Simón para trazar la biografía de héroe. Ambas propuestas dialogan, en cualquier caso, con nuestro presente. Es fácil encontrar líderes por doquier tan ambiciosos como nuestro protagonista rodeado de grupos igualmente pertinaces. Volvemos a encontrarnos, por lo tanto, con una función que sobresale, ante todo, porque el elenco está configurado por actores y actrices de gran solvencia. Creo que Roberto Enríquez es una estrella de la interpretación teatral que no está considerado como se debe. No hará ni unos meses cuando demostró sus habilidades en Los cuernos de don Friolera. Sigue leyendo

El misántropo

Carol López y Xus de la Cruz transforman completamente la obra de Menandro para darle una perspectiva feminista

El misántropo - Foto de Jero Morales
Foto de Jero Morales

Podemos volver a la tan traída cuestión de las versiones; puesto que han dejado a la única obra que conservamos completa de Menandro en la raspa. La adaptación de Carol López y Xus de la Cruz es una obra nueva que parte de la inspiración del texto escrito por el dramaturgo griego. La han traído tanto a nuestra época que viene cargada con un discurso feminista que ya resulta repetitivo. Todo ello a través de una crítica a los urbanitas que buscan en el turismo rural una especie de recogimiento arcádico. Además, por supuesto, de incluir el toque gay imprescindible. Dicho esto así, puede parecer una comedia ajustada a lo políticamente correcto, a lo esperado por un público escorado a la izquierda biempensante. Y lo es, qué duda cabe; pero hay que reconocerle mucha inteligencia a la ironía que se introduce en los versos, a los juegos de palabras al más puro estilo Astérix y Obélix («neorruralis», dicen, por ejemplo) y a la capacidad que tienen las responsables de este espectáculo para darle consistencia a un argumento bastante simplón, forzando las interrelaciones de los personajes. Que sí, que es populachera; pero no se debe descartar tan a la ligera como otros montajes festivaleros. Sigue leyendo

Anfitrión

Juan Carlos Rubio versiona y dirige la plautina obra de Molière con un espectáculo de inconsecuente aire circense

Anfitrión - Foto de Jero Morales
Foto de Jero Morales

Si algún escándalo pudo provocar Molière al adaptar —mínimamente— la comedia de Plauto, por unas supuestas críticas entreveradas a los romances de Luis XIV y a los usos amorosos de la corte (bastantes líos tenía ya el dramaturgo con su Tartufo), a nosotros nos deja que ni fu ni fa. Anfitrión es insustancial, y para que suponga un entretenimiento divertido y gozoso, no queda más remedio que infundirle agilidad y chispa. Justo lo que le falta a la dirección de Juan Carlos Rubio. Y eso que la idea de reconfigurar el asunto con la estética del circo, me parece, a priori, excelente; sobre todo, porque uno se imagina a los artistas vibrando con sus habilidades a cada instante. Pero ninguno de los ingredientes que entran a formar parte del pastel, logran aunar un gran postre. Para empezar, este montaje, se nos viene directamente del Festival de Mérida y eso implica, como ya se nos tiene acostumbrados desde los últimos años, los elencos de caras conocidas priman por encima de los elencos caras adecuadas para lo que se necesita. Sigue leyendo