ZUM. Crecerá un jardín

Los Bárbaros y los Nuevos Dramáticos han creado un montaje desbaratado sobre un futuro ecosocial en el Teatro Valle-Inclán

Foto de Geraldine Leloutre

De acuerdo, no es fácil. De hecho, es de lo más complicado que se puede formalizar dentro de un escenario. Adiestrar animales es más sencillo que poner a unos niños y a unas niñas de entre 8 y 11 años a funcionar dramáticamente. Pero, como hemos podido comprobar en este proyecto de los Nuevos Dramáticos del CDN ─me perdí Luna en Marte─, unas veces se atina y otras no se encuentra el tono. Así ocurrió negativamente con Play! y así pasó positivamente con Los columpios y con Ensimismada. Peor ha ido este ZUM. Crecerá un jardín. Esta vez los responsables han sido Los Bárbaros, de quien solo tengo el disgusto de haber contemplado Obra infinita. Sigue leyendo

Obra infinita

Los Bárbaros pretenden convertir en espectáculo teatral un cuento entrelazado por otros en la Sala de la Princesa

Obra infinita - Foto de Luz SoriaQuiero pensar seriamente en qué se diferencia esta función de Los Bárbaros en la Sala de la Princesa del Teatro María Guerrero de un cuentacuentos cualquiera en alguna maravillosa biblioteca —sí maravillosa, porque el entorno influye—. Sinceramente, creo que este espectáculo pretende descubrirnos nuevamente el fuego dándonos a entender que esto de relatar historias en la cercanía es cosa del pasado.

Dicen que esto va «de contar y cantar, de cuidar y curar con palabras». Y yo me pregunto en qué mundo viven, pues parece que ya no hay pueblos, ni campamentos de verano, ni barrios con centros culturales y de ocio, ni fascinación por las fábulas en las noches de luna llena. ¿A qué viene revestir de teatro algo tan corriente? ¿A qué viene convocar al respetable para escuchar otra de esas leyendas que se engarzan unas en otras como ya hemos escuchado tantas veces? Sigue leyendo