Ambiente familiar (mínimo 2 noches)

Una dramedia sobre la turistificación de nuestras capitales a través de un fresco amable de nuestras costumbres

Foto de Esmeralda Martín

Hace unos años pocos años Aitana Galán y Jesús Gómez Gutiérrez adaptaron Navidad en casa de los Cupiello. Aquella obra de De Filippo era, a la postre, una derivación realista de aquella prosa barroca tan abigarrada que se dedicaba a expurgar y a enjuiciar los vicios sociales, y la eterna hipocresía con la que se procedía en el decadente siglo XVII. Experto en ello fue Quevedo y, también, por supuesto, Gracián. Ahora, en Ambiente familiar (mínimo 2 noches) el cuadro de costumbres se salpimenta con incursiones poco eficaces e inconsecuentes de diversos episodios trágicos de nuestra reciente historia. Véase, por ejemplo, el caso del aceite de colza o el desamparo de los saharauis una vez nos desentendimos de aquel territorio. Es una dramedia en la que cada uno de los elementos que componen el fresco queda a medias. Reitero, todo queda a medias o, ni siquiera esbozado. Y, cómo voy a intentar desentrañar en las próximas líneas, no resulta claro cuál es el objetivo de este estilo hoy en día. Si recurrimos a las referencias clásicas antes señaladas, desde luego, el sarcasmo y el insolente dilogismo están ausentes. La mordacidad ni se aproxima, y la crítica no es furibunda; sino timorata y suave. Sigue leyendo

Navidad en casa de los Cupiello

Aitana Galán actualiza el clásico del napolitano Eduardo de Filippo sobre este conocido melodrama familiar

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Foto de marcosGpunto

Se puede anticipar la catástrofe viviendo como si no pasara nada, como si no hubiera un runrún que se oye a lo lejos, pero que en realidad ya está ahí, bajo tus pies. El melodrama construido en diferentes periodos por Eduardo de Filippo viene a mostrarnos esa imperiosa voluntad schopenhaueriana que nos mueve y nos inserta en la cotidianidad, aunque el futuro se plasme negro. No es muy complicado imaginarse la vida en Nápoles durante el siglo XX y este XXI, tan similar en tantos aspectos al sur español, esas bolsas de pobreza sempiternas y la histórica picardía, sumada a una consideración tan populosa de la familia. Sigue leyendo