El gran teatro del mundo

Lluís Homar dirige una versión colorida de este auto sacramental de Calderón en el Teatro de la Comedia

El gran teatro del mundo - Foto de Sergio Parra
Foto de Sergio Parra

¿Qué hacemos con los autos sacramentales hoy en esta sociedad nuestra tan secularizada ya? Si les quitamos la fiesta y nos quedamos con el trasfondo, está claro que podemos encontrar una rica simbología y que podemos hallar remisiones fértiles; pero el didactismo que expele también posee un hálito de rancia catequesis. Fuera del Corpus Christi, de la iglesia, dentro de un teatro a la italiana, inmersos en la sociedad de consumo, aunque los valores propuestos sigan teniendo validez, por supuesto; sin vida religiosa, lo sacramental se desmenuza. Ya intentó darle Carlos Tuñón otro brío a la pieza de La vida es sueño y Xavier Albertí le dio ritmo de cabaret a El gran mercado del mundo. Ninguna de las dos me satisfizo. Sigue leyendo