Puertas abiertas

Cayetana Guillén Cuervo y Ayoub El Hilali protagonizan esta historia difusa de Emma Rivarola con el terrorismo islamista de fondo

Puertas abiertas - Foto de Joan Riedweg
Foto de Joan Riedweg

¿No están ustedes, teatreros de más o menos intensidad, hartos de que les vendan lo que no va a ser? Hace unos meses, en esta misma sala Margarita Xirgu del Español, ocurrió algo parecido con Siveria, pues lo que se anunciaba como una obra sobre la defensa de los derechos LGTBI+, luego el asunto quedaba de soslayo. Ahora, volvemos a la carga con Puertas abiertas, y lo que inicialmente puede llegar a ser un conflicto acerbo sobre el terrorismo islamista y sus «fundamentos», se convierte en un compendio de temas de aquí y de allá, que por falta de profundidad carecen de interés. Lo paradójico es tratar del miedo al otro, desde el miedo al espectador (que no a la crítica, porque esta a nadie le importa). Y cuidado, que ni siquiera creo que sea un miedo a su rechazo moral o intelectual, sino más bien a su aburrimiento. Cuando el 13 de noviembre de 2015 la sala de conciertos Bataclan, situada en el IX Distrito de París, se vio atacada por varios terroristas armados con kalashnikov, los cuales asesinaron a 90 espectadores (más todos aquellos ciudadanos que murieron en los alrededores también por disparos, hasta sumar en total las ciento treinta víctimas), surgió en Twitter el hashtag #portesouvertes (Puertas abiertas). Sigue leyendo

Hedda Gabler

El personaje más célebre de Henrik Ibsen vuelve a vivificar su angustia existencial en la versión austera de Yolanda Pallín

Hedda - FotoLa heroína de Ibsen ha llegado al final del camino demasiado pronto; es lo que tiene la vida fácil y programada. Hedda Glaber, aún joven, sufre la enfermedad burguesa por antonomasia: el aburrimiento (a finales del XIX en Noruega no existían las tarjetas de crédito). Y lo que ocurre cuando se llega a ese estado es que la locura del arrepentimiento por las arriesgadas aventuras no emprendidas se introduce en el cuerpo. De esa manera, Hedda va perdiendo sus endebles valores morales. ¿Cómo construir un personaje tan complejo y que resulte creíble? Pues como hace el dramaturgo noruego al lograr confluir los caminos perdidos de Hedda en un corto periodo de tiempo. El azar predispone a los personajes para que la protagonista saque de sí su verdadera esencia. Vuelve de una soporífera luna de miel con su marido Jorge Tesman, un profesor a punto de ingresar en la universidad y al que no ama, lo interpreta Ernesto Arias con ese estilo paradójico en el que el intelectual parece no darse cuenta de lo obvio. Lo resuelve con mucha coherencia. Sigue leyendo