Madre Coraje

La compañía sevillana Atalaya logra que Madre Coraje y Brecht sigan atizando hoy la conciencia del público

Madre CorajeLa guerra no permite a nadie mantenerse neutral, tarde o temprano exige un pago. Anna Fierling, la Madre Coraje que vende cinturones, chaquetones y cascos en su viejo carromato, es acompañada por unos hijos destinados al sacrificio. La acción se sitúa en pleno siglo XVII, los protestantes luchan contra los católicos en el norte de Europa. Durante varios años vamos a conocer los entresijos de esta peculiar vendedora y de las peripecias de sus vástagos: dos varones y una muchacha muda. Bertold Brecht critica la guerra en sí misma como una atrocidad sin sentido, pero aprovecha, además, para someter a examen la cuestión religiosa; él, como ateo y marxista, se muestra contrario a esa furia dogmática que conlleva la fe ciega. Por último, Madre Coraje encarna al comercio, al mercado que aprovecha el dolor de la coyuntura y que se alimenta del ansia de riqueza. ¡Qué pocos inocentes nos depara esta obra! Si bien es cierto que todo el simbolismo del autor alemán ha quedado, con el tiempo, un tanto ensombrecido por la magnitud espectacular de la época en la que vivimos. Cuesta trasladar esas metáforas, ya de por sí llevadas a un momento histórico remoto, con la confusión del presente. Sigue leyendo