Jack el Destripador (Afectuosamente suyo)

La metaficción reverbera en el Teatro Español con otro texto de Ignacio García May, quien aprovecha el caso del célebre criminal para crear un drama-cabaret

Ignacio García May se apodera del Español con dos obras que se relacionan entre sí. Esencia en la sala grande y esta, Afectuosamente suyo, en la Sala Andrea D´Odorico forman parte de su Teatro de la conspiración. Fundamentalmente apoyadas en exprimir la ficción como juego que interpela a la realidad, que anhela superar el acontecimiento dramatúrgico para especular sobre nuestra propia dimensión ficticia. Tema que hoy resulta imperioso, pues las máscaras, las personas, que se nos han impuesto en el presente, más las que deseamos sobreponernos, nos empujan a una vivencia que emula a la literatura. Sigue leyendo

Tirant

Adaptación teatral de la célebre novela valenciana del héroe recreado por Joanot Martorell durante el siglo XV

Magna empresa llevar a escena el Tirante con pocos medios y un escueto elenco para una sala pequeña. Es posible, desde luego, exprimir la esencia de una novela inmensa del siglo XV, firmada por Joanot Martorell y defendida por calidad desde Cervantes a Mario Vargas Llosa. La cuestión aquí es que se han tomado una serie de decisiones artísticas que han terminado en un quiero y no puedo repleto de estridencias e inconsecuencias que nos dejan un resultado, en conjunto, fallido; aunque se salven algunas escenas ingeniosas y un aporte musical que hace otorga tono épico a una propuesta escorada claramente hacia la cuestión amorosa y sexual. Bien hubiera estado titularla directamente Carmesina y así hubiera sido más coherente con lo mostrado. Es curioso, que cuando se puede justificar históricamente el patriarcado (épocas en permanente guerra), donde las mujeres aguardaban su pronta viudedad, se le quiera enmendar la plana al texto inventándose una posición sobredimensionada en poder de la heredera. Es ciertamente Lucía Poveda la que imprime más carácter a su personaje; más allá de que su pretendiente sea un «muchacho» que ni por asomo se nos puede presentar como un héroe medieval capaz de lograr hazañas inverosímiles. Raúl Ferrando no tiene cuerpo, ni empaque en su disposición para encarnar a este capitán tan valeroso. Sigue leyendo