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Oriol Tarrasón presenta una adaptación libre de Un enemigo para el pueblo recortada en exceso

Foto de María del Río
Foto de María del Río

No falta quien se apresura a la hora de afirmar que Un enemigo para el pueblo es una obra absolutamente actual. En realidad, lo que es actual es el tema eterno de la corrupción política y de la avaricia; pero el lenguaje de Ibsen es el de una sociedad puritana del siglo XIX. Para que verdaderamente pudiera relacionarse con nuestra situación presente habría que inyectar altas dosis de cinismo. Hoy la hipocresía y la mentira más satisfecha campan a sus anchas. Las declaraciones de los políticos imputados, de los ex tesoreros encarcelados o de los ex banqueros se construyen con juegos verbales en un alarde de peripecias falaces. Sigue leyendo