La Rueda Teatro configura un espectáculo dinámico y entretenido sobre distintas cuestiones ecológicas
Que la cuestión climática salte a escena tiene su lógica; aunque lo cierto es que hasta ahora los dramaturgos y las compañías no se han puesto manos a la obra. La Rueda Teatro ha triunfado con su propuesta y su proyecto ecologista y a mí me sorprende que alguien haya llegado a algún tipo de conclusión o, incluso, de reflexión más o menos elaborada sobre lo que aquí se trata. Hablo, evidentemente, de superar las consabidas consignas sobre el calentamiento global que, hoy en día, son un totum revolutum, donde entra la contaminación en las ciudades y en el mundo, el decrecimiento, el anticonsumismo, la ecología idealista y fantasiosa, el uso del agua, etc. El agujero de ozono se cierra, subirán lo océanos, unos continentes de bolsas permanecen anclados en distintos mares, el deshielo de los polos parece que sigue su proceso… Añadámosles conspiraciones como los cheimtrails o la pasada pandemia para que vivamos en la suprema incertidumbre que algunos sufren con el rimbombante término de ecoansiedad. Sigue leyendo