Mireia Gabilondo firma y dirige esta dramedia en el Centro Dramático Nacional para abordar conflictos de salud mental
Foto de Bárbara Sánchez Palomero
En la abundancia de obras en las que últimamente está enfrascados los de Tanttaka Teatroa parece que el tono fabulístico con derivas didácticas se asienta de forma imperante. Si hace unas semanas El nadador de aguas abiertas nos daba una lección de amistad y de valentía, la temporada anterior era Del color de la leche, con esa muchacha analfabeta que interpretaba Aitziber Garmendia, donde hallábamos otros ejemplos vitales. Precisamente, esta misma actriz logra con el texto que firma Mireia Gabilondo una actuación espléndida y repleta de dificultades. Sigue leyendo →
Una propuesta sin empaque sobre la popular astracanada de Muñoz Seca
Foto de Antonio Castro
Cada poco tiempo es conveniente que los nuevos públicos, las nuevas generaciones, se enfrenten a esas comedias clásicas o, como en este caso, a una astracanada convertida automáticamente en popular. El problema fundamental que nos encontramos con las parodias es la lejanía de lo parodiado; si bien, no es óbice para que funcione el artefacto, sí que es preciso resaltar ciertos aspectos humorísticos para que el verdadero objetivo, consistente en hacer reír, se logre. Está claro que ya no triunfa el teatro poético al estilo de Marquina, con esas obras basadas en hechos históricos (deformados al gusto del patriótico respetable) que tanto abundaban en las tablas de principios del siglo XX, por consiguiente, es necesario buscar otros efectos. Curiosamente, en 1977 se presentó en esta misma sala del Teatro Fernán-Gómez una exitosa puesta en escena de La venganza de don Mendo, dirigida por Gustavo Pérez Puig, a la que podemos acceder a través de internet. Y si antes comentaba que es pertinente revisitar nuestro clásico, también es adecuado comparar e intentar descubrir de qué manera se acogían estos montajes, ya sea desde la creación o desde la recepción. Y lo que se deduce es que la producción llevada a cabo por Salvador Collado y dirigida por Jesús Castejón, en principio, necesita más jolgorio, más exageración, más brío y, principalmente, más ambición escénica. Sigue leyendo →